jueves, abril 26, 2007

Pasado de papel

Cuando cumplió 75 años, El Tiempo incluyó en su sección de comics, de lunes a sábado, un par de notas llamadas "Hace 50 años" y "Hace 25 años". Como no es mi gremio, y difícilmente me adapto al oficio, la historia para mí es una obsesión, un interés, una afición, pero una profesión. Por eso puedo leer ciertos apartes de estas secciones sin apresurarme a juzgar su fidelidad histórica, y más bien recreando en mi cabeza lo que creo saber sobre los hechos e imaginarme siguiéndolos entonces a partir de la estrecha e interesada ventana de la prensa. Hace unos meses, por ejemplo, se interrumpió la secuencia de los cincuenta años por hallarse el vacío entre el cierre de El Tiempo por parte del gobierno y la aparición de su versión temporal, llamada Intermedio. Se acerca la noticia del movimiento del 10 de mayo de 1957, fin del gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla y los anticipos son más bien pocos (aunque una intimidante advertencia del SIC - antiguo nombre del DAS - contra quien difamara a algún miembro del gobierno, resulta sintomática de una crisis). En esos días persistía una dura tensión en el Canal de Suez, se escuchaban las más típicas amenazas de parte y parte en tiempos de la Guerra Fría y Rafael Puyana y Fernando Botero (nuestros Shakira y Juanes de la época), cosechaban memorables triunfos en el exterior.
En la de los 25 años, los últimos veces vi nuestra eliminación al mundial del 82 (cuando Francisco Maturana era jugador), el escándalo del Grupo Grancolombiano, el desembarco desastroso del M-19 en el Chocó, el trámite de la primera amnistía (la de Turbay, paradójicamente), la crisis de las Malvinas y la primera candidatura presidencial de Luis Carlos Galán. Hace unas semanas, incluso, la foto para la sección social de una celebración en la familia Araújo Castro (cuando Álvaro era más bien flacucho).
Ese contacto fútil con la historia, ya suficientemente distorsionada a diario por el estilo normal de la prensa, da - de todos modos - para pensar y conectar cosas que antes no eran del interés de uno. En medio de mi maniática visitadera a la Biblioteca Luis Ángel Arango, después del doloroso cierre para su ampliación y reestructruración por allá entre el 89 y el 90; me devoré ejemplares de periódicos de los setentas, por varios meses de acceso libre al usuario en estantería (hasta que el vandalismo mató el encanto), y me fui armando una línea de tiempo sobre lo que llamaban entonces la historia reciente (mis textos de historia del colegio llegaban a dos presidentes antes de mi nacimiento y todos los gobernantes se la pasaban inaugurando ferrocarriles y no existían crisis, ni golpes, ni escándalos; más o menos hasta ciertos títulos del 87 en adelante, producto de que cierta gente joven sacudió los currículos de la educación básica). Con el microfilm me daban mareos y suspendía cada rato, pálido y sudoroso (quién sabe qué sería).
Cuando la política en la Universidad tuvo parte de mi tiempo, hice archivo de comunicados, revistas, chapolas y demás. Salí de este igual que como vi morir los de otros que conocí (y porque me estorbaba en un armario). De ese material perdido no añoro mucho; pienso que el valor seguramente no esté tanto en la profundidad de las discusiones y las controversias (muchas de ellas triviales desde una escala de tiempo más amplia), como de cierto testimonio de esa singularidad etnográfica que dio en existir. Falta quien formalice (para que no parezca vulgar chisme) esa historia informal que ciertos seres antipáticos insistimos en develar. Como la de aquella disidencia que no fue, como lo decía el manifiesto, resultado de esas insalvables contradicciones ideológicas, sino una rivalidad por una Venus cuyos favores ya no iluminan a ninguno de los dos líderes, sino a un gris comerciante que nunca leyó a Althusser.

miércoles, abril 25, 2007

Los restos y los fragmentos

Ayer El Tiempo publicó un pequeño dossier a propósito de la primera andanada de confesiones de paramilitares desmovilizados que se acogen a la ley de Justicia y Paz. Fosas, desapariciones, entrenamientos explícitos para descuartizar personas; golpean la conciencia aun de quienes sabíamos de este tipo de felonías y no despreciábamos su existencia amparados en la cómplice fórmula de llamarlas exageraciones o propaganda para subversiva. En los enfrentamientos entre cuerpos armados preparados la muerte se demora, esa es la tendencia. En todo esto se han perdido más vidas en situaciones de gente sin armas sometida y maniatada ante matones en clara ventaja. Los incendios de casas y cosechas, los fusilamientos sumarios, las "vueltas" sicariales, la desaparición de detenidos, los atentados con explosivos en zonas de circulación no exclusiva de militares armados, la ejecución de secuestrados y la ocultación de sus cadáveres, la profanación de las tumbas, las violaciones y torturas, el descuartizamiento de cadáveres, ... Todas estas son acciones de impacto táctico y estratégico que arriesgan poco a los "combatientes" y proyectan efectos calculados inmediatos, aunque alientan la degradación moral de los enfrentados.
Las armas son temidas cuando matan y para eso se hicieron. Quien ejerce influencia política con el gatillo tiene que destacar este hecho a sus dominados. Lo han hecho las guerrillas, lo han hecho los paramilitares. La mayoría de los homicidas más publicitados de nuestra guerra eterna puede contar historias acerca de brutalidades cometidas contra su familia o algún otro allegado e interponerla como licencia moral para todas sus muestras de vesania. Una parte de mis ancestros vivió en Santander la persecución violenta tras el cambio de Hegemonía Conservadora a República Liberal, otra vivió la enajenación - también violenta - de sus tierras en el Huila en medio de la expansión del latifundio de cierto copartidario y su familia (víctima también de atroces episodios). En ambos casos hubo rencor crónico hacia los agresores, placidez ante la noticia de sus desgracias. El parpadeo santurrón de quien cuenta que nunca buscó a la ilegalidad para responder a los ataques contra su familia, pero confiesa orgulloso haber recurrido a los puños para sanjar asuntos de honor y de política, puede conmover a más de una mamá, pero no creo que a la de él.
Pero el oficio de la venganza no llega a tal sin ciertas ayudas, sin las redes sociales y económicas para escalar su influencia. Pedro A. Marín, Tirofijo, quien sigue echando en cara unas gallinas y unos marranos como el origen de su gesta, controla hoy una empresa con gran influencia territorial y proyección internacional. El trabajo socialmente necesario para edificar semejante Leviatán va más allá de la bioquímica de la bilis, muchísimo más allá. Cuando guerrillos y narcos comenzaron a compartir escenarios en las ancestrales rúas y trochas del contrabando, en los escondederos de atrás de nuestra geografía, rápidamente la aparición de cantidades más fuertes de dinero actualizó las tecnologías bélicas disponibles. Hace tiempo se acabó la chequera de mi ingenuidad para comprar historias acerca del paso del modo chévere e idealista al modo ladino y pragmático. Tampoco compro que la heroica y espontánea autodefensa de productores agrarios, desprotegidos por el indiferente Estado haya ganado solita semejante nivel de organización y de expansión. Ese territorio común, ese comensalismo cheverón, apuntaba a conflicto y rivalidad; lo de la hermana de los Ochoa es anecdótico.
Salvo una que otra criatura urbana sobreideologizada (como los TFP) imponiendo su propaganda anticomunista, la época paramilitar de los ochentas fue el desarrollo en la práctica de formas mafiosas de guerra contra un enemigo común (las guerrillas y los grupos políticos no alineados con el proyecto) y contra los mismos rivales internos, como pasó entre los esmeralderos. La incubadora estatal fue determinante (de allí lo ridículo de la sempiterna excusa de opinadores como Saúl Hernández Bolívar, Jorge Visbal Martelo y otros "abandonados" por el Estado), como lo anotó Carlos Castaño Gil en la entrevista que le dio a Germán Castro Caycedo en 1996 y publicada en el libro En Secreto; como lo confió cínicamente Ramón Isaza hace no mucho, como se registra en las declaraciones de Alias el Negro Vladimir, principal delator de las andanzas de los paramilitares en aquella época. Tanto es así que la primera crisis dura de estas organizaciones viene con la declaración de ilegalidad en el gobierno de Virgilio Barco, la cual trajo divisiones entre puros y torcidos, rencillas internas a plomo, traiciones y hasta la primera "desmovilización", en medio del ocaso del reinado de Pablo Escobar.
Unos meses antes de que los paramilitares de Urabá, Magdalena Medio y los no tan famosos entonces de las zonas cocaleras del Guaviare concretaran el acuerdo de formación de una organización político-militar con pretensiones de autonomía en cuanto a proyecto político frente al Estado y con una estrategia común de triunfo militar y legitimación social; algún comandante de la zona de Urabá confiaba a un profesor universitario que las masacres se justificaban porque las autodefensas no podían, como la guerrilla, tomarse años para acercarse a una localidad, instalarse con paciencia y ganar el apoyo de la población por los laditos. Si se trataba de quebrar la convivencia entre población civil y guerrillas, asentada con los años, no había otra que usar el terror. Alguien del mismo color de brazalete lo llamaba algo así como talar (o arrasar) y sembrar. En lugar de esperar décadas y forzar el advenimiento del "hombre nuevo", la orgía del desplazamiento a la fuerza se escaló y la recién nacida prensa (la que no sabe de historia ni de geografía), supo por primera vez de cortes sobre humanos vivos, evisceraciones y abandono en masa de asentamientos rurales.
Esta escalada, menospreciada por la tradicional prepotencia de los jeques de la revolución, vino acompañada de un respaldo de intelectuales y otros agentes para edificar una nueva película. No era ya el cuento de la "Restauración Nacional" del fallido movimiento Morena; la consolidación de Carlos Castaño Gil como vocero carismático de la "Coordinadora" de los paracos, dicharachero y vehemente, traía frases acerca de lo profundamente ofendidos que se sentían al ser llamados paramilitares y metidos en la categoría de los escuadrones de la muerte de Centroamérica, África y otras plazas; alguna vez incluso explicaba por qué no podían considerarse siquiera de extrema derecha ni anticomunistas; y desfilaban junto a él viejos agentes de movimientos de izquierdas, encargados ahora de la presentación política y social de su aparato (un ex tropelero "anarquista", egresado de Filosofía en la Nacional de Bogotá redactó buena parte de una justificación fundacional del movimiento de Autodefensa, harto similar a la versión estándar de las guerrillas acerca de lo que pasó de los cincuentas para acá, pero con un ligero matiz anticomunista por la necesidad obvia de diferenciar). También profesionales de diversas áreas acometían proyectos de reorganización de la producción en las regiones de dominio consolidado (eso sí, sin pelear con el narcocultivo ni otras formas ilegales, más bien entrando a operar allí).
El lenguaraz jefe militar antioqueño, con sus ojos desorbitándose en medio de sus sanguinarias sentencias en primera persona del singular ("no [pausa] voy [pausa] a [pausa] permitir que Colombia se balcanice"), quien encantaba periodistas invitándolos a los santuarios arrebatados a su enemigo; llegó a ser el atractor principal del odio mortal y la lisonja. Cuando Piedad Córdoba incluyó inteligente entre los adjetivos escogidos para referirse a su secuestrador, una señora de bien escribió a El Tiempo que ese debía ser el nuevo presidente de Colombia porque aun sus detractores coincidían en que era muy inteligente. Unas semanas antes de la lambona entrevista de Darío Arizmendi (la que Uribe evocó en la rueda de prensa) una tonta (realmente las putas lo hacen por poner el plato de sopa diario en su mesa, no merecen ser degradadas al equipararlas con alguien así) de TV Hoy fue a celebrarle sus chistes, supuestamente en algún lugar del Catatumbo y con el prócer dando la espalda a la cámara. Allí, el portador de toda credibilidad ante una prensa que nunca le replicaba nada, prometió que si demostraban que uno de sus hombres había usado una motosierra contra un ser humano, él iba a entregarse. Lo repitió burlonamente a propósito de la matanza del Naya, sugiriendo que esa herramienta era muy incómoda de cargar (como si no hubiera de las pequeñas y como si una ametralladora PKM o RPK cupiera en el estuche de un IPod).
El triunfo de la estrategia terrorista contrainsurgente, la que permitió a Andrés Pastrana ufanarse de haber ido al plan del Sur de Bolívar con el Embajador de Estados Unidos, la que convirtió a la región de las escuelitas "Mao Tse Tung" en territorio mítico anticomunista, la que salvó a tantos de ser imitados o ridiculizados por Heriberto de la Calle; fue un capítulo de honda impronta en la historia de nuestra barbarie y nuestra desvergüenza. Las ancestrales y cotidianas brutalidades de la revolución marulocrática no quedan ni olvidadas ni justificadas (ellos también alegan el abandono del Estado y la aniquilación de la UP como excusas para seguir desarrollando su programa). La busqueda del par de cientos de muertos de Braulio Herrera, vieja obsesión arqueológica de los batallones de contraguerrilla (hasta cementerios Guanes han sido asociados al caso), los centenares de secuestrados con sus cadáveres embolatados, la suerte del cuerpo de los propios combatientes caídos y disimulados como táctica psicológica, no han requerido de procesos de indulto para ser obsesión de funcionarios judiciales ni materia de denuncia. Pero hoy estamos en que el país le de la cara a las hazañas de los portadores de los brazaletes autorizados en medio de las "carreteras blindadas" de vive Colombia, viaja por ella. No hay por qué dejar de enrostrárselo a quienes lo han negado o justificado, es tiempo.

martes, abril 24, 2007

De pronto echándole colgate

Preciso les da por clasificar una especie mineralógica con composición similar a la descrita en Superman Returns para la legendaria Kriptonita. A la Jadarita solo le falta flúor, pero ahí está el hidroxilo, de pronto echándole colgate va y recibe el ion fluoruro y califica para indisponer al man de la trusa. Grupo espacial P21/c, grupo puntual 2/m (forma prismática) y fluorece.

Carbonero

El bosque tropical, ese fascinante tesoro de nuestro tiempo, la casa agitada de la megadiversidad, tuvo su equivalente en el pasado de la historia de la vida. Aunque no habitado por las interesantes angiospermas (las cuales todavía no asomaban) del neotropical de El Cerrejón, ha sido develado el más veterano de cuantos se han dejado ver para los ojos interesados de nuetra especie. Mientras tanto, la urgencia de destruir el que tenemos para ver a colores, para olerlo vivo y escucharlo zumbar junto a nuestras orejas o ululando entre las copas, para temerlo acechando con sus artimañas, para sentir su dictamen sobre el ritmo para visitarlo, con sus hojas atravesadas, su lodo entorpeciendo nuestros pasos...

viernes, abril 20, 2007

Yo sí decía

Uribe cuenta acerca de cómo estudió muy bien a Mao Tse Tung y un poquito a Marx que es más denso y eso lo hubiera convertido en un guerrillero militarmente exitoso. Yo sí decía que ese tono sectario de "organizarse para resistir" se me hacía conocido. El presidente no necesita decir cosas inteligentes para conservar el fanatismo de sus seguidores, ya llevamos varios años de entenderlo. Pero si el objetivo de la rueda de prensa de anoche y las que siguen era afrontar la reacción norteamericana (digamos la demócrata), esas vainas como sugerir que la inteligencia militar le suministró datos de los movimientos de la oposición y que "lo que pasa es que ellos no se cuidan tanto como creen" lo dejan en la precariedad más patente. Una jugada oportuna hubiera sido sacrificar a Luis Camilo Osorio, cuyo prestigio ya no tiene cómo ser defendido ni por Fernando Londoño, sería un excelente chivo expiatorio.

viernes, abril 13, 2007

Si lo dice Pongutá...

De mis primeros años, en medio de mi más remota memoria, recuerdo momentos muy singulares frente a la caja mágica (un televisor Sharp en blanco y negro). Tarzán, El Llanero Solitario, Plaza Sésamo (con A A Abelardo), Cepillín, Topo Gigio, Capulina, El Chavo, "Fútbol, el Mejor Espectáculo del Mundo", el Club de la Televisión, Hawai 5-0, un animé con animalitos (que la mala era una comadreja), el clásico comercial de "Colombiana la nuestra..." con el japonesito (luego se divulgó que era surcoreano) turista por Colombia... También recuerdo muy claramente a Don Arturo Abella (Q.E.P.D.) y su Telediario, en cuya sección editorial recurría a su inveterada expresión: "según fuentes de alta fidelidad". El Hi Fi periodístico, tan valorado por la solemne alusión que de este hacía el intelectual conservador, tan poco esperado por quienes perdimos la credulidad antes de estrenarla, es un activo social de esos que tanta falta nos hacen.
Tal preocupación hace que O-Lu le dedique entrada al hallazgo de Doppiafila, que Julián haga eco, que yo no pueda quedarme callado (a pesar de no ser de los pesos pesados del rating blogueril). Pareciera que a la Dirección del periódico El Tiempo le interesara poco la felonía del funcionario periodista. Es muy probable que no haya consecuencias y se ratifique el poco impacto que la blogosfera colombiana puede llegar a tener en algo tan básico como la fiscalización de la prensa y su credibilidad.
Yo sé que muchos periodistas idolatran como su maestro a un sujeto que comenzó inflando e inventando noticias en El Espacio (el de las pollitas), he visto corresponsales de telenoticieros seguir su ejemplo (tengo la grabación - un día de estos la digitalizo y la posteo - de un tropel inexistente en la Universidad fabulado por CM&), conozco la insistencia de muchos en su mediocridad y su ignorancia, también de su profunda irresponsabilidad social... En ese campo está todo por hacer. El reto de poder dar alternativas a esas formas y generar presiones para superarlas debería alentar aun más la actividad bloguera. Néstor Pongutá, antes de ir por su corbata a Italia, trabajó como locutor en Radio Súper, medio del político Gabriel Melo Guevara, cuyo tradicional lema es: "si lo dice Súper, póngale la firma". ¿Qué hay que ponerle entonces a lo que diga Pongutá?
Errata 14-04-2007: Por una imperdonable confusión mental, tanto aquí como en el sitio de O-lu puse Gabriel Melo Guevara cuando el jeque de Radio Súper es Fernando Pava Camelo, cuyo hermano Álvaro es el protagónico en la militancia de Fabio Valencia.

miércoles, abril 11, 2007

La subjetivación del objeto

Cartelera de algún lugar de la Ciudad Universitaria:Alojamiento cortesía de photobucket.com
Desde que el sujeto dejara de ser subyecto, para después ser ninguneado por ciertas nuevas especies filosóficas, no había ocurrido semejante quiebre en su condición:
Alojamiento cortesía de photobucket.com
"Esta noche me emborracho bien; me mamo bien mamao, pa no pensar..."*
* Santos Discépolo, Enrique. Esta Noche me Emborracho.

sábado, abril 07, 2007

Caribe

Hace poco una amiga antropóloga se pasó a vivir a la Costa Caribe. En una de las veladas de despedida le expuse mi observación central acerca de los habitantes de esa grata tierra. Los costeños - aseveré - son la cultura hidráulica por excelencia en Colombia; prefieren asentarse junto a los grandes cuerpos de agua y han adquirido gran conocimiento acerca de su dinámica, esto es, saben para dónde va la corriente y no pelean con ella. Por eso Gabo puede darse abracitos con Fidel Castro y decirnos que votemos por Andrés Pastrana o dirigir QAP. Por eso la fórmula chévere para salir de esos temas estresantes por parte de Carlos Vives.
Yo creo que hay gente experta para hablar de eso y me incomoda porque no son
temas que domino. Y cuando me aconsejan que no hable de los paramilitares o de la guerrilla porque ese tema es difícil, yo lo que digo es que lo único que quiero es la paz, que la gente se ponga de acuerdo y hagamos con este país lo que tengamos que hacer, porque lo que estamos es perdiendo plata.
Fuera plata nada más...

Donde Euclides no se atreve

El Tiempo, jueves 5 de abril de 2007, sección "Cultura y Gente", página 2-5:

Vacaciones
No hay nada mejor que ir a misa en los días santos. Eso lo tienen
claro Saúl y Didier, dos viejos amigos, que cada Semana Santa, deciden pasar
vacaciones en sus respectivas fincas acompañados por sus familias, e ir
sagradamente a misa cada domingo de Resurrección en la misma iglesia.
La finca de Saúl se encuentra a 900 metros sobre el nivel del mar en la mitad del
bosque y la finca de Didier, se encuentra a 600 metros sobre el nivel del mar en
medio de la selva. La distancia entre ambas fincas es de un kilómetro y medio. Y
todos los años, ambos llegan con sus familias a la misma iglesia, exactamente a
la misma hora.
¿Usted podría decir a qué distancia está la iglesia de la
finca de Saúl?

Como diría el cooperante nórdico de la ONG: "mi no compguenda". El espacio involucrado es cuando menos 2D, pero no hay forma de averiguar la altura ni el ecosistema de la iglesia, la topografía del corredor vial utilizado, la velocidad promedio de quien se mueve en bosque o selva, la relación entre las horas de partida de ambas familias. Es más, no se declara si la iglesia está contenida en la línea recta que une a las dos fincas o en el plano vertical que contiene a dicha recta. Lo más disparatado del reto es la respuesta, como era de esperarse, pero la mencionaré luego.

martes, abril 03, 2007

Confrontación

Para cerrar el tema del fin de "El Niño", la faceta violenta del acontecimiento.

Locación: Jardín de Freud, Ciudad Universitaria.

lunes, marzo 19, 2007

Mi primer tubazo


Con todo y mi pulso de camarógrafo de la bruja de Blair, presento orgulloso mi opera prima del video casero. Fue un martes 13 y la larga sequía que nos trajo El Niño fue enterrada por un chaparrón, acompañado de granizo, que dejó blanca casi toda la ciudad. Los urapanes alineados del que no debiera ser el patio trasero de los edificios centrales de la Ciudad Universitaria, aun tapizados por líquenes gracias a la relativamente baja polución circundante, se disimulan entre la neblina que siguió al aguacerito. A este sitio, un grupo estudiantil lo bautizó hace pocos años: "Bosque Jaguar".

martes, marzo 13, 2007

Un bogotacito conveniente

Gobierno, Policía y directivos del Polo Democrático intercambian reclamos por los hechos de violencia del domingo. La verdad los argumentos han sido pobres. A continuación mi interpretación.
1. Cuando leí en Indymedia Colombia que convocaban a una concentración en la séptima con diecinueve para un domingo con máxima militarización de la ciudad y precisamente al paso de la caravana de Bush, pensé que simplemente sería una escena de golpiza a esa minoría inexperta que se haría presente y un mínimo revuelo por parte de los medios.
2. Esa tarde me contaron de las detenciones masivas en el centro me mimaginé lo mismo que cuando leí la convocatoria, una multitud de policías copando a una manifestación de poquitos en cuestión de minutos y la continuación de los actos propios de la visita. Decidí mirar en Internet y me encontré con el dossier que hizo El Tiempo, donde se apreciaba que quienes enfrentaban al Escuadrón Antidisturbios (ESMAD), no guardaban una distancia prudente. También quedé de una pieza cuando vi la imagen del gatito que no se lavaba los dientes porque se creía tigre (y no de papel), blandiéndose en medio de una de esas "acciones de élite aisladas de las masas". Es como si uno se hubiera dado un golpe hace quince años y de pronto le dicen que en la Copa Libertadores de América están Cúcuta, Tolima y un tal Deportivo Pasto; a uno le da vértigo.
3. Al otro día Robledo, un sujeto con asombrosa capacidad para emanar de corrido y con aparente seriedad, torrentes interminables de vocablos sin sentido ni compromiso; presentó el asunto como el resultado de una agresión inicial de la fuerza pública y un descuido de la misma al no prever lo que ocurriría en la zona de San Diego (saqueos y destrucción). Antes y después, voceros del gobierno cobraron políticamente los resultados de los desmanes a la dirigencia del Polo. En Indymedia Colombia, desfilaron las fotos y los manifiestos de justificación, las exóticas teorías acerca de la selectividad en los ataques al comercio y uno que otro cuestionamiento que no cayó bien a los incriticables, a los divinos poseedores del monopolio de la insumisión.
4. Salvo por algunos enajenados de ciertas militancias de la "resistencia", la generalidad de los colombianos sabemos que quien se concentra en romper vitrinas y en saquear un almacén de fotografía está mostrando que esa es su plataforma y de ahí en adelante no hay nada. Ni siquiera audacia, pues todo mundo coincidió en la negligencia intencional de la policía y es sabido que los más ideológicos de estos movimientos, los más uniformados con símbolos importados, son liderados y poblados por muchachos de alto estrato, casi todos con visa a los Estados Unidos y cuya presencia en ese tipo de manifestaciones es más impostura que postura.
5. El dilema para el Polo no es deslindarse de unos adolescentes eufóricos. El lío más tenaz es afrontar su proceso de convertirse en un partido político hecho y derecho en nuestro país. En una organización que sabe reproducirse políticamente y utilizar su presente cuarto de hora con provecho. La parte formal del Polo, la amalgama institucional de facciones y clásicos aparatos, es la típica esquizofrenia de una izquierda con ganas de actuar, pero enfrascada en sus definiciones y rótulos. Una cosa hecha de semejante alianza entre tantos que creen que se trata de perseguir a ultranza derroteros rebeldes, tiene dificultades para hacer lo que tiene que hacer. Mientras tiene que lidiar internamente con quienes tienen como reivindicación urgente tal o cual bandera insustancial para la mayoría de los estómagos colombianos. En los partidos tradicionales la gente sabe que va por clientela, por beneficios concretos, por botines electorales que garanticen la reproducción del acceso al poder y la extensión de ese estilo de ganarse la vida. No está obsesionada con cambiarle el nombre a la Avenida Jiménez por Cacique Pirulín, o por prohibir la cocacola, o por cualquier otra batalla irrelevante.

viernes, marzo 02, 2007

Como lengua mortal decir no pudo...

Sin eufemismos, lástima es lo que me causan las reacciones de los voceros del gobierno ante el comentario de Blatter sobre el mundial. Me recuerda esa mentalidad del pobre tipo que siente que la aceptación social se la debe a sus hazañas camorreras y, en su ocaso, trata de recuperar brillo buscando los bonches más patéticos. La más mundial sí resultó la del nuevo canciller:
"... pensar que el Gobierno colombiano tiene una segunda intención es pensar más
allá de lo que indican las palabras del presidente Uribe"
Ese sí que la sacó del estadio.

jueves, marzo 01, 2007

Target

Una explosión es un aumento súbito de volumen de un cuerpo, normalmente acompañado de una emisión de calor. Es uno de los sistemas físicos más caóticos que hay. Por eso esas frases como que la bomba era contra la alcaldesa son insostenibles. La bomba va dirigida a quien le da; quien la arma debe saber acerca de la dispersión del efecto. Otra masacre de un presente de lucha y un futuro de marulocracia.

jueves, febrero 22, 2007

Una inquietud

Acaba de ser asegurado Jorge Noguera. Desde tiempos del 8.000 no esposaban a tanto señorito encorbatado en tan poco tiempo. Me pregunto dónde están las manifestaciones de la gente de bien, reivindicando el buen nombre de sus políticos sindicados, o retirándoles públicamente su apoyo. Es obvio que esto irá hasta las últimas consecuencias (antesitos de las últimas se va a evaporar), pero me sorprende que los clásicos organizadores de cenas de desagravio para Rito Alejo del Río, la gente rubia de camisetas blancas, los de los cacerolazos con teflón y arroceras eléctricas; toda esa beautiful people ande como tan impasible ante la caída en desgracia de sus correligionarios.

lunes, febrero 19, 2007

Mejor Chambacú Gate que Para Gate

Anoche vi la retransimisión de una entrevista con Myles Frechette, en la cual el ex embajador hablaba con admiración y candorosa fe acerca de su héroe, Fernando Botero Zea. Cuando le pusieron el tema de la captura de Álvaro Araujo y la relación familiar con la Canciller el tipo fue categórico en que eso terminaba pronto en renuncia. Hoy se fue la Ministra guapachosa que bailara con Hugo Chávez y el gobierno se apresuró, seguramente con ínfulas de audacia política, a nombrar al ex ministro pastranista, participante del incidente de Chambacú y héroe del comienzo de año al fugarse del campamento donde lo tenían secuestrado. Probablemente esa sea la idea, hablarle al mundo de las víctimas de los otros violentos. Pero anda pobre de figuras el sector político gobernante, cuando alguien son esos antecedentes es la figura salvadora de la crisis política.

jueves, febrero 15, 2007

Y todavía lo niegan

Yo sí intuía que lo de Freddy Muñoz, el sainete de Botero Zea, la más reciente columnia de Londoño y otros distractores apuntaban a restarle impacto a la bomba del comienzo del año: Álvaro Araujo Cajtro ha sido detenido. Hay orden contra Dieb Maloof, Mauricio Pimiento, Luis Eduardo Vives, Jorge Luis Caballero y Alfonso Campo Escobar. Ya ven.

miércoles, febrero 14, 2007

La tiranía de la imagen

Además de anacrónico el juicio, la nota acerca de Marco Antonio y Cleopatra, pasa por alto que una efigie de moneda difícilmente describirá el parpadeo matador, ni el quiebre de cadera, ni las rastreras marrullas (como aquella de "ayúdame tú, que eres más alto"), que sin duda Cleopatra cultivó y practicó con maestría.

lunes, febrero 12, 2007

La venganza del rollo

La revista Cambio, parte de la Casa Editorial El Tiempo, consigue una estremecedora hazaña tecnológica. Ha revelado una fotografía digital.
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miércoles, enero 31, 2007

La extraanormalidad

Con Fenómeno del Niño en curso y un agresivo verano en Bogotá, uno pensaría que asolearse por estos días es un tremendo riesgo para la salud. Pero ahora resulta que la radiación de 60 Hz de una línea de alta causa cáncer. El comunicador de city tv lo atribuye a una 'gran razón' (sic) y las timoratas palabras de los profesores del colegio, son hasta comprensibles en ese plano desde el cual ven el tema. El personaje del cacharro de medida normal igual a 2 sí está de exportación. Queda, eso sí, una excelente excusa para dormir frente al computador.

lunes, enero 29, 2007

Afrodescendientes

Leí acerca de una beca dirigida a afrodescendientes. No me interesa la beca, pero me pregunto si yo valgo por afrodescendiente por tener antepasados de España, país norafricano. Ni hablar si nos metemos con temas de hominización; ahí sí que ni modos por ahora.

Gustavo Petro

En tiempos de la desmovilización del M-19, un grupo de periodistas se acercó a Carlos Pizarro y alguien le pidió un mensaje para los niños. 'El Papito' contestó: "que no se metan a la guerrilla". El atractor de mis devaneos ideológicos de entonces estaba poblado de pensamientos hostiles al desfile de expresiones como esa, para algunos cinismo, para otros deshonrosa entrega de estandartes. Amagos de puños, advertencias de vos no sabés de lo que estás hablando, declaraciones guerreras de última hora (cuando la invasión decembrina de Panamá, los mecánicos sacaron comunicado de esos con la plantilla de "una vez más.." y anunciando el envío de un contingente a pelear) y singulares recreaciones simbólicas del acto del desarme en contextos más bien pintorescos.
En medio de circunscripciones especiales, sorpresas electorales, constituyente y más desarmes; comenzó a hablar duro Gustavo Petro, con sus gafas panorámicas y esa pose tan característica de cierta escuela de la oratoria armada de aquella guerrilla. Realmente nada era duro entonces, cuando el activo principal de esa empresa política era la reconciliación y las palabras asociadas. Era impensable que las izquierdas de planta vislumbraran un plan común de acción con alguien como Antonio Navarro; blanco principal de las antipatías. En medio de los reveses posteriores de los desmovilizados y tras un distanciamiento geográfico temporal, el político zipaquireño - cordobés se consolidó como un líder con peso propio en su tendencia.
Así, tal vez después de todo eso, comencé a ponerle cuidado. Una noche, de las primeras del proceso del Caguán, fue uno de los invitados a un pánel de RCN a propósito de el mencionado proceso. Su opinión fue escéptica, especialmente crítica hacia las Farc, sus modos y su esencia. Ni entonces ni ahora estoy en desacuerdo con lo que le oí decir esa vez. Tampoco lo pierdo de vista cuando los apologistas a ultranza del proceso de formalización legal del poder paramilitar se excusan en el sainete de marras para evadir los cuestionamientos elementales que la decencia obliga.
Los últimos años he visto cada vez menos televisión y solo pude ver algunos de los debates de control político que lo han hecho el más temido de los parlamentarios. Por lo que me he enterado ha puesto contra las cuerdas a la gran mayoría de quienes ha citado y es frecuente que los saque de casillas para que se luzcan con insultos o le enrostren su pasado armado, justo cuando ya no pueden sostener la mentira. La solfa que le dio a la última Ministra de Minas de Pastrana fue de antología y los debates relacionados con el tema de moda han sido acompañados de denuncias cuya credibilidad ha saltado a la vista en muy poco tiempo. El otro día, cuando Mancuso incluía en su relato la manipulación presencial que hicieron del Consejo Superior de la Universidad de Córdoba, recordé que Petro destacó que a la sesión mencionada asistió el representante del Presidente ante dicho órgano. Sobre los patrones de la política local sucreña, el impacto fue notorio, al menos en los medios. Acerca del desenlace de la primera gran investigación a la parapolítica, iniciada por un Fiscal General y desmantelada por el siguiente, Gustavo Petro comentó sobre los arrumacos y brindis del funcionario con algunos de los sindicados, pocos días antes de actuar, dando fin al proceso. Curiosamente no es extremadamente riguroso en temas legales; alguna vez le oí un pleonasmo como de periodista: "delito penal". De hecho no comparto su postura acerca de Hugo Chávez y dudo mucho que apoyaría el proyecto político en cuyo liderazgo participa. Pero creo que la labor que ha ejercido al respecto de este tema es para destacar y ha probado mucha solidez en los puntos que ha puesto en el debate.
Gustavo Petro habla para sacudir. Es alguien incómodo y típicamente asesinable en un país y un tema en el cual matan aun a los que no hablan, nada más porque vieron. Trae un récord muy fuerte de denuncias certeras confirmadas por la crisis que se ha desatado en días recientes. Es definitivamente razonable dar crédito a la veracidad de las amenazas y es perfectamente plausible que quienes las profieren no quieran permitir un nuevo escenario para que hable. Que sea un indultado (ex miembro de una organización que mató, secuestró e incendió) quien más fuerte denuncia las movidas del sainete de la paz paramilitar; más que descalificar el contenido, destaca que quienes no deben lo que él debe bien poco pueden alegar decencia, al no habersele adelantado, al no haber sido severos ni claros al respecto.

lunes, enero 22, 2007

Lenin

Una parte de mí requiere mi asistencia eventual a rituales macabros, deplorables; a experiencias extremas, transgresoras del borde de la decencia y plenas de rasgos decepcionantes acerca de la naturaleza de nuestra especie. En esos encuentros cercanos con la vergüenza, en esos desafíos a la integridad, me recuerdo a mí mismo que soy capaz de casi cualquier cosa, que el infierno no me intimida al punto que puedo jugar a ring ring corre corre en sus mismísimas puertas. Así, he hecho cosas tan inconfesables como asistir a una grabación completa de un show de esos larguísimos de Jotamario Valencia en los ochentas (al igual que Krusty the Clown, cuando cortan la grabación fuma, maldice, esputa y deja el parpadeo de seminarista paisa que muchos le conocimos en su farsa de "valores humanos", legendario espacio televisivo de los setentas de una de las programadoras de la Fundación Social); he asistido a un ritual religioso del Centro Misionero Bethesda (allí fui advertido acerca de la inteligencia humana, la cual puede estar manipulada por Satanás); hice cola y pagué por entrar a un cine a ver una película de Harold Trompetero;... No conforme y ya harto probada mi ausencia de principios, el sábado pasado vi un Consejo Comunal de Álvaro Uribe (y rematé más tarde con "También Caerás").
En algún momento de su presentación inicial, Uribe se refirió a Lenín (así, como en la canción de Natalie), como un tipo acertado en una decisión que luego Stalin tiraría por la alcantarilla. Al político ruso, siendo un tipo tan poco recomendable de citar o seguir, lo he escuchado mencionar de tantas y tan curiosas maneras que tengo dificultades para entender por qué no lo han canonizado. La propaganda soviética, obviamente, lo citaba para cualquier cosa. Alguna vez tomé el texto de física de Frish y Timoreva, cuyo tomo sobre electromagnetismo trae un epígrafe antes del prólogo: "el comunismo es el poder de los soviets y la electrificación del país" Lenin (la horrorosa discusión acerca del relativismo filosófico al finalizar el capítulo de relatividad en el tomo de moderna es el colmo de la cuadrícula). Cuando había programado algún cotejo televisado muchas veces escuché decir en la Universidad: "como dijo Lenin, lo primero es el partido". Alguien me contó alguna vez sobre la tradicional asociación que hacen en Pasto con San Ignacio de Loyola, como relata la mademoiselle, aunque para mí pueden no ser botas de obrero sino de soldado, más afines a la vocación castrense del santico. El mochilento personaje de Jaime Garzón, John Lenin compañero, usaba la jocosa cercanía fonética y de momento cultural entre Lennon y don Illich en tiempos de sarampión latinoamericano. Cuando en la Constitución del 91 apareció la Expropiación por Vía Administrativa, Andrés Pastrana Arango, el afamado prologuista de las autobiografía del reputado actor Fernando Allende (este último derrocado por Augusto Pinochet en 1973, según el destacado comunicador javeriano Jorge Alfredo Vargas); declaró que ni a Lenin se le hubiera ocurrido ese artículo.
Realmente, aunque me han contado de posibles escarceos de Uribe con militancias de esas de pocas vocales en tiempos de su pregrado, no creo que el personaje le inspire agitar la respiración hoy en día. Definitivamente no es el caso pero recordé una preciosa lectura que hice hace años: "The Crime of Galileo", de Giorgio de Santillana, profesor del MIT; el texto trata de las dos condenas a Galileo Galilei con un lenguaje que evoca intrigas políticas contemporáneas al libro. En su capítulo sobre Roberto Bellarmino, menciona que Jacobo I llevaba frecuentemente consigo el devocionario "El Lamento de la Paloma", escrito por el santo, entonces cardenal; lo cual le parece al autor semejante a que por entonces (1960), el presidente de Estados Unidos se guiara por el "Qué Hacer" de Lenin, o el Secretario del PCUS revisara con regularidad las homilías de Dale Carnegie. Alguna vez escribiré en serio sobre las ventajas de leer las biblias que guían la fe del adversario.

miércoles, enero 17, 2007

¿Por qué hasta ahora?

Desde que el veterano líder paramilitar Ramón Isaza señaló a Alfonso Manosalva de ser uno de los promotores de su gesta, no se vio en la prensa ni un reclamo de los familiares del fallecido oficial, a quien el Ejército incluso le dedica el nombre de un batallón. Después de la más reciente recitación de Mancuso, en la cual le concede al brigadier estrella de Antioquia en tiempos de la gobernación de Uribe y la presidencia de Samper, un papel central en una de las masacres más publicitadas de la época; Harold Bedoya Pizarro emplaza al presidente para que responda por el buen nombre de su subalterno de entonces.
Tradicionalmente cuando se denuncian felonías de personajes así, fijo son respondidas por columnas de Plinio Apuleyo Mendoza (para mí el beneficio de la duda se le acaba a un uniformado cuando lo defiende Plinio, señal de que algo debe) o las pintorescas y equivalentes que hoy en día le publican a Fernando Londoño. Es más, recuerdo bien que a los periodistas de El Espectador que metieron sus narices en el tema de la complicidad del Ejército en la masacre de Mapiripán, no tardó en llegarles la nota autodefensiva de Castaño y su gente; pues el buen nombre de los oficiales de esas instituciones es más caro a su organización que la seguridad de los ganaderos.
Pero nadie pone el nombre en defensa del buen nombre de Manosalva, salvo por Bedoya, quien gritara con fusta en mano (lo saco deliberadamente de contexto): "[...] sí, yo también soy paramilitar". Uno entiende que la estrategia grotesca de defensa de los paladines en reinserción se fundamente en apuntar a los muertos y enterrar con ellos la culpa; pero sigo sin entender qué conveniencia trae no refutarlos a los salpicados de las instituciones comprometidas.

domingo, enero 14, 2007

A mí me alegra

Destaca hoy El Tiempo el anuncio del gobierno nacional de su determinación política de reanudar la operación del reactor nuclear. La verdad han sido años de intensa gestión y dolorosas frustraciones para poder contar aunque sea con un laboratorio local para análisis por activación neutrónica. Como era de esperarse, la discusión de la sección de comentarios estuvo llena de prejuicios y superchería.
La operación del reactor no solo es costeable sino rentable y de impacto benéfico para más de una actividad industrial. Implicará ponernos al día con estándares de seguridad radiológica y una ambiciosa labor de difusión de las ciencias nucleares, sus beneficios y riesgos. Salir de ese bache de diez años de inhibición de la investigación en ese terreno es algo muy reconfortante para el amor propio de la ciencia nacional.

sábado, diciembre 30, 2006

Los vecinos

No soy apologista de las fumigaciones para contrarrestar el narcocultivo. La misma determinación bélica nunca se ve para atacar a las partes de la cadena que más valor agregado dan y que más alientan la persistencia del negocio. Además el efecto es la expansión del área afectada por el narcocultivo, con lo cual no se remedia sino se agrava el ya negativo efecto de la deforestación y el envenenamiento de los ecosistemas con los insumos agrícolas y precursores químicos del procesamiento de la cocaína. No creo, sin embargo, en la sinceridad de muchos de quienes denuncian las fumigaciones, fingiendo solidaridad con labriegos y otros actores débiles del problema, pero callan ante el papel de los grandes cárteles y sus agendas en todo esto. Menos creo en la honradez de las declaraciones del recién electo gobierno ecuatoriano. Una cosa es molestarse con los aspectos provocadores e inconvenientes de la operación bélica en la frontera; otra es entrar a opinar sobre política interna de manera tan impertinente.
El tema de los presidentes vecinos y sus aventuras de pretensión hegemónica se ha puesto verdaderamente pesado. Que un presidente que saltó automáticamente a aplaudir la operación de invasión a Irak tenga una actitud tan timorata con las actitudes de Hugo Chávez, da para pensar que se juegan duras cartas de chantaje en la política binacional. Tratándose de un gobernante con chequera fuerte, que compra los acontecimientos políticos en la región, es obvio que la explicación apunta a ese tipo de determinaciones.
La revolución chavista es una quimera, con cierto aliento mientras dure la coyuntura energética mundial actual y los Estados Unidos no tengan un descanso importante en sus andanzas por el Golfo Pérsico. La expansión de su influencia política regional, junto a su poder electoral, contrastan con la categórica derrota de sus supuestas metas en la economía y en la estructura productiva venezolana. Los precios altos del crudo maquillan una progresiva disminución de competitividad de PDVSA y la profundización de la condición de país exportador de materias primas. Para completar, andar cerrando medios de comunicación (por muy enemigos que sean) y expresar tales determinaciones de manera tan prepotente, son cosas que demuestran la poca inteligencia política del personaje y de quienes lo rodean y adulan.
Mientras tanto nuestro país vive un vacío de gobernabilidad aun más profundo que el que presenciamos en tiempos del gobierno Samper, quien cedía ante quien fuera en medio de la andanada de líos judiciales y políticos que tuvo que atender. Uribe capotea el cuestionamiento público de cada vez más colaboradores, de los que se le pegaron y de los que él mismo metió en cargos; responde a sus compromisos reelectorales con curtidas y voraces clientelas regionales y se deja mangonear de sus vecinos del Norte y el Oriente. Año inquietante este.

miércoles, diciembre 27, 2006

El fin está cerca

Hace unos años, cuando con pocos días de diferencia fallecieron Diana de Gales y la Madre Teresa de Calcuta, comentábamos entre tragos con un amigo que - si por esos días morían Sinatra y el Papa - era el momento de convertirse no fuera que se nos venciera el plazo. Me imagino que distintas personas de distintas épocas se hicieron una imagen mental muy singular del reparto de su mundo, de los que debían estar en la foto para la posteridad. La primera década del milenio parece cerrarse con la salida de escena de la inmensa mayoría de los protagonistas de duras rivalidades y prolongados conflictos. La generación de líderes que pacto y disputó el escenario de la posguerra, la fundación de la ONU, la OTAN, el Pacto de Varsovia; los artífices del fin de la última guerra entre liberales y conservadores en Colombia. Pienso ahora en los muñequitos del video de Phil Collins (Land of Confusion), de los cuales ya se ha ido uno que otro.
Este año se fue un personaje sin lugar a aguas tibias, el más audaz de todos los cobardes. En años anteriores abandonaron el mundo de los vivos personajes que moldearon el paisaje político del globo con consecuencias de largo plazo; gente que nació a la política en medio de la brutalidad de la Segunda Guerra y maduró con la experiencia de las turbulencias del mundo y la amenaza de la Destrucción Mutua Asegurada. Algunos grises pero célebres siguen vivos y escondidos. A otros les toca manyar que a su lado se prueban la ropa que van a dejar. Ya no están los que interlocutaron con DeGaulle y Eissenhower y Churchill, los que movieron los hilos de la situación de los misiles cubanos y se aguantaron las ganas en diversas situaciones en el Canal de Suez; los que no contuvieron su ira ni su ambición en tantos escenarios y oportunidades.
Un siglo atrás se evocarían reyes europeos, todos parientes, filósofos y caudillos de espada y caballo. En todo este sainete que enterramos ahora no hubo mayor intercambio de genes entre gobernantes, y la labor de los escultores va a ser más ardua cuando representen el arma de los líderes. En fin, la página del siglo XX ya casi reposa entera sobre las anteriores y se agota el tiempo para que escribamos con buena letra sobre la que sigue.

sábado, diciembre 09, 2006

Todo está en los orígenes

La andanada reciente de noticias acerca del proceso de paz de los paramilitares, los trapos sucios de los políticos y los dilemas del gobierno; han dado para que salga de nuevo esa vieja manía de justificar todo en el pasado o echárselo en cara al contendor. Allí la frase esa de la historia me absolverá sufre un giro gramatical más bien dramático: la historia absuelve de atrás para adelante gracias al tradicional recurso de la excusa.
Hoy el presidente manda a callar a sus críticos del Congreso descalificándolos por un pasado de violencia política y criminalidad y cuestionando su derecho a ejercer la política desde donde lo hacen. Mirando al pasado nos podemos de llenar de excusas en un sentido o en otro. Insurrectos contra el Estado, agresores contra la vida y la integridad de población y fuerza pública (haciendo cosas como disparar desde una avioneta en los Llanos), llegaron luego a cargos como Ministro de Educación, Alcalde de Bogotá o dirigencia de partidos a los que no echan en cara quemas de edificios públicos. De distintas insurrecciones y guerras civiles salieron funcionarios y nuevos protagonistas de las instituciones supuestamente confrontadas. Nuestro Estado se fundó en el levantamiento armado contra un orden, por parte de ilustrados que lideraron tropas variopintas, con sus desmanes y abusos.
Sin embargo el mundo no se queda quieto. Hace siglos que se le ocurren a la humanidad ideas que no ponderan la tradición sino que emprenden nuevas cosas. En su momento la idea de dar derechos universales a todo humano tuvo que ser innovación y alevoso atrevimiento. Alguna gente tuvo que convencer a los doctorcitos de que se lavaran las manos antes de atender a sus pacientes.
Las bestialidades cometidas alrededor del tratamiento del tema paramilitar, no se tapan invocando los males de los reinsertados de las guerrillas que hablan desde el Congreso. Son temas que se tienen que afrontar con madurez y responsabilidad. Yo no parto de la hipótesis extrema de Uribe como trasunto de la derecha cavernaria, como líder público de facciones extremas, ni como encarnación de Adolfo Hitler. Estas cosas trato de valorarlas con cabeza fría previamente. Pero el personaje no ayuda. Cuando se ha defendido una institucionalidad y una legalidad a punta de negarla, corromperla, violarla (con conciencia de lo que se hace, porque no se reconoce públicamente), se está ante un suicidio de la legitimidad, nada menos. La celeridad a recurrir al pasado oscuro (pero públicamente divulgado) de sus contradictores, es una muy mala señal acerca de la vocación democrática del dignatario.

jueves, diciembre 07, 2006

La verdad no os hará libres

Hoy se anuncia que la dirigencia formal del paramilitarismo amenaza con hablar si no se restituyen las comodidades retiradas hasta hace unos días. Lánguido viraje de una relación desventajosa para ellos mismos. Ya el Ministro de Defensa dijo que no importaba y que hablaran, que ellos juzgaban a quien toque. Yo agregaría que no va a pasar nada. Medio país no se escandalizará ni pedirá la cabeza de tan prestantes personajes. Otro tanto preferirá no creer en la palabra de los gatilleros, utilizados al fin y al cabo y desechados como una amante contratada por ratos.

jueves, noviembre 30, 2006

Para que vayan viendo

Sin ánimo de sugerir macabras conspiraciones tipo archivos X; dejo constancia de la divergencia de contenido editorial que noté hoy entre la versión impresa de El tiempo y la de su página web. En la Edición impresa de hoy, jueves 30 de noviembre de 2006, aparece esta columna. Quise comentarla en la versión web pero me encontré con esta otra, la cual tiene un tema afín. Lástima porque me parece una respuesta decente y pertinente al apologético engendro de anteayer.
P.D. 1 de diciembre. Me faltó esculcar en la sección de "Edición Impresa" de eltiempo.com. Aquí está la columna.

miércoles, noviembre 22, 2006

Lo tenaz es que es cierto

En este video, Gonzalo Valderrama cuenta con exceso de palabras y cierta inseguridad escénica algo que muchos compartimos (no así algunos comentaristas de eltiempo.com): "Soy Colombiano" es el jingle publicitario de un burdel, además de una proclama racista y antimoderna. "El Camino de la Vida" es una declaración prejuiciada que determina que la vida solo puede ser lo que rezaba el texto de Ciencias de Valecillo: "nacen, crecen, se reproducen y mueren". Cierto cejijunto nos remonta a los años treintas: "ama tu tierra, ama tu raza"...
Alguien me reclamó una vez: "qué queda si le quitas el lirismo al folclore". Bueno, seguramente nada. Los cantos vernáculos, los de mostrar en las presentaciones culturales de colegio pero jamás para amenizar fiestas, se componen de visiones simplistas y prejuiciadas. Si proyectaran valores modernos, debates responsables, si demostraran teoremas, pues no atraerían a nadie. Por eso Shakira puede cantar: "que contaminen toda el agua del planeta [...] pero que me quedes tú", versión glamorosa de "coma yo y coma mi macho, aunque aguante mi muchacho" y nadie va a ser tan bobo para plantearle el debate político, compañero.

domingo, noviembre 19, 2006

Un poco de pasado

Hoy publicaron una inquietante columna acerca de un tema que volverá una y otra vez de muchas formas. No solo el tema, sus protagonistas también han vuelto a las pantallas con diferentes atuendos, con convenientes omisiones o con descaradas justificaciones. Las noticias judiciales de la semana que termina son consecuencia de vacíos que dejaron los intentos anteriores por enterrar el asunto, como ya ha ocurrido en otras partes.
La Toma del Palacio de Justicia es el gran monumento a toda nuestra vesania, a nuestro culto a la sangre y al orgullo estúpido exhibido por primera vez ante tantos espectadores. La pretendida audacia, ya quemada y castigada, de los ejecutores iniciales (más la eventual fuente de financiación del operativo); el despliegue de torpeza y competencia homicida de los cuerpos comprometidos en la contratoma; todos los vicios del poder civil y las incoherencias de los políticos; la hipocresía irredenta de los medios tradicionales de información y sus huestes (más herederos).
Funcionarios negando hasta el cansancio que se hubiera desaparecido a detenidos vivos (sabiendo que eso está mal hecho y por eso no se debe aceptar), otros que justifican que los faltantes en las cuentas del asalto final (cuando se bombardea el baño donde quedaban los últimos rehenes y los últimos plagiarios, el Ejército no incluía en su estimativo a los empleados de la cafetería) habían apoyado la toma y por eso su muerte o desaparición no importaba. Recién el año pasado la dirigencia del M-19 reconocía la supervivencia de una militante suya que había participado en la acción. El mismo año que se autorizó la exhumación de cadáveres para determinar el paradero de los empleados de la cafetería, el abogado de tal causa (Eduardo Umaña Mendoza) es asesinado. Gustavo Petro se pone la camiseta de lo indefendible, con un tema que lo conmueve y que además es la excusa preferida, el recurso desesperado y miserable de sus contrarios en el parlamento, quienes lo sacan cada que él los deja sin argumentos. En últimas, aquí nunca pesará tanto derrotar un argumento, como descalificar a un contradictor. La controversia es entre reputaciones y alcurnias, no entre ideas.
Y la olímpica prensa, especialmente la televisada, hace sus especiales; ayuda a disimular las incoherencias de quienes hoy todavía pajarean en la política (hace años que no repiten la cara de achante de Noemí Sanín cuando la corcharon a la entrada de la Catedral Primada, días después del holocausto). Uno mismo ha visto cambiar sus propias cicatrices de aquella pérdida de la inocencia. El tema vuelve y todas esas memorias de la transmisión radial, de los noticieros de la noche, del vuelo de los helicópteros sobre el centro, de la humareda del incendio, del la desazón de alguien conocido a quien vi llorar a un allegado con la batalla aun sin dirimirse, de todas esas escenas y declaraciones - hoy presentadas como archivo - cuando las escuchamos y vimos por vez primera, de tantos rumores que circularon por mi ciudad, de la mítica pausa de Juan Gossaín después de confirmar una visión inconveniente, de libros, remembranzas, tesis, de insistencias y amenazas, de complejas empresas investigativas, de retorno de los rostros sobrevivientes en posiciones distintas,... Todo mezclado y reeditado, pero presente.

domingo, noviembre 12, 2006

Si yo fuera Kate...

... le exigiría que me lo repitiera mirándome a los ojos.

martes, noviembre 07, 2006

Quitarle el agua al pez

Desde que descargar decenas de MegaBytes en menos de una hora dejó de ser un lujo o una aspiración demasiado pretenciosa; un acceso permanente a Internet desde mi casa se volvió una necesidad básica. Los apremios de consultas a bases de datos, revistas, páginas de cursos universitarios, manuales de especificaciones técnicas de dispositivos, drivers, parches, actualizaciones de antivirus,... La mayoría requeridos a cualquier hora, especialmente aquella en la cual no se puede contar con un café.
Estoy advertido sobre el carácter mundial del problema del robo de infraestructura por cuenta del frenético aumento de la demanda china y la feria de precios altos de todo tipo de materias primas. Hace no mucho supe de las dimensiones del problema por los lados de Curramba. La semana pasada algo se comentó en El Tiempo. Informalmente me he enterado de acciones de este tipo contra la red de gas natural y sobre la implicación directa de agentes comerciales ligados con la importación de ciertos bienes desde la potencia nuclear asiática. Pedir que no compre de gallo a semejante bravucón es esfuerzo perdido. Endurecer las leyes para este delito, de manera acorde con la gravedad que representa el daño a infraestructura de uso común, más la afectación de la seguridad pública, es como todo lo que se legisla aquí; igual, matar también está prohibido.
Mi proveedor de servicio, la ETB, se encuentra en una dura encrucijada, pues su red de cobre es clave en la competitividad ante operadores frescos que asedian sus dominios dispuestos a todo. Si se le suman las horas de atender a clientes molestos e intensos como yo, el panorama exige salidas drásticas y urgentes. La situación no tiene cara de mejorar en mucho tiempo y ojalá no sea tarde cuando se tomen las medidas serias para afrontar la gravedad de que la infraestructura de la ciudad se convierta en bazuco, a cambio de emergencias por intoxicaciones, incendios, colapsos de telecomunicaciones, amén de las consecuencias económicas.

martes, octubre 24, 2006

Se delicaron ahora

Cuando uno lanza un panfleto bien lleno de provocación pues es para eso... Con seguridad que en el pasado he abusado de las palabras para calentar a algún contradictor. Tal vez haya habido un poco de mesura para no gastar los altos vocablos con los que "hablan los dioses y maldicen los hombres", como los llama Pablus Gallinazo. Pero yo creo que uno debe ser consciente de sus actos y sus modos y no ponerse con lloriqueos. Los cinco blogueros de "no jodás" han decidido impartir lecciones de sindéresis y todas esas virtudes de la discusión civilizada. Pero no rectifican ni matizan su primera provocación.

domingo, octubre 22, 2006

La censura

No sabía que al humo lo censuraban:"... para guardar fuentes radiactivas en desuso -como censores de humo y cápsulas usadas en radioterapia,...". (Fuente).

jueves, octubre 19, 2006

Quiero y no quiero

A propósito de este post de Julián Ortega en Equinoxio.
Son tantas cosas... Y mientras más vueltas les da uno más vacío se vuelve el asunto. La conclusión anticipada sí es que los tropeles son una experiencia negativa sin ninguna consecuencia provechosa. Cuando creé mi blog tenía presente que, cuando hablara de la Universidad, no caería en el lugarcomún de convertir el tropel en el gran protagonista y la razón de ser de la Universidad. Por supuesto, la efectividad de ese fenómeno para impactar la voracidad noticiosa termina por alcanzarle a uno el opinadero. Por ahí derecho termina uno hablando como 'gran conocedor' (la petulancia lo vende a uno), como me pasó alguna vez en el blog de Atrabilioso.
Mis fuentes en este tema son principalmente vivenciales, mi paso por la Universidad y el ambiente político de izquierdas en la primera mitad de los noventas y el intermitente diálogo que he tenido con parte de sus protagonistas a lo largo de mi progresivo distanciamiento de la faceta militante de la política. También testimonios del pasado y del después de mi contacto directo; estos los procuro diversos y con la edad he aprendido a escuchar más y a pensar sobre lo que escucho.
Yo conozco gente que, en olor de militancia juvenil del partido conservador, provocaba a la tropa en tiempos de Rojas Pinilla; sé de las pedreas de estudiantes universitarios y secundarios en los años treintas y cuarentas para entrar gratis a los teatros de cine en el centro; también un montón de chismes más puntuales y exóticos sobre quiénes eran los contestatarios y amigos del bonche en distintos momentos (el mismo Laureano Gómez fue líder estudiantil con líos disciplinarios y todo). Primera afirmación grandilocuente: para dedicarse a tropelero es casi obligatorio disfrutarlo. Por supuesto que hay excepciones, pero la sensación de una batalla casi medieval, librada en colectivo, tiene su retribución hedónica. Basta ver la cara de entusiasmo adolescente que muchos policías ponen, contagiados de la mística del ritual.
El tema de la clandestinidad es una gran falacia. Una capucha hecha con una camiseta no es más protectora del anonimato que la mascara del zorro, salvo porque por lo menos sí ocultaría el bigotico ese. El recuadro de ojos y cejas, la voz, los modismos, el caminado y la complexión son elementos familiares para quien lo ve a uno a diario. La supuesta complicidad pasiva de la multitud que no denuncia es también discutible. Una fracción lo hace, no solamente desde el anonimato; amén de quienes hablan en voz alta sobre estas cosas en buses y otros lugares públicos. Y también hay mucha gente que no se sabe ni el nombre del profesor que tiene al frente en la clase, sí que menos de los protagonistas de hechos a los que no asoma.
En cuanto a motivos y fechas... Realmente nunca había oído hablar de un tropel por el cumpleaños de tirofijo. ¿En cuál fecha cae? Normalmente los de calendario son una de las expresiones de ese carácter de la izquierda colombiana que consiste en mirar siempre al pasado (sus verbos favoritos son recuperar, recordar, rescatar, conmemorar,...). Normalmente, como en las fiestas, los más 'exitosos' (más participantes espontáneos, más heridos, más detenidos y más ocurrencias dañinas de las masas como destrucción de pupitres o incendios) son los que no se planean. Los de las fechas (en general evocadoras de alguna muerte violenta) normalmente precisan días de preparación.
Suena antipático pero la mayoría de los tropeles se hacen por hacerlos; haciendo del resto de la actividad política una preparación para esa gran experiencia orgásmica. Por la misma razón, semanas o meses de asambleas, reuniones de trabajo, discusiones y otras actividades activistas terminan desembocando en una situación que cansa, a veces se goza, pero clausura todo lo demás. En la agenda de los grupos armados, los tropeles son un escenario interesante para la propaganda, pero muy moderado para los apremios de reclutamiento de cuadros militares y acciones de choque.
En una comunidad con más de treinta mil miembros ocurren muchas más historias y tragedias que las tradicionalmente divulgadas del activista que solo quería lanzar una opinión y pagó caro su humilde atrevimiento. Gente metida en peleas pasionales, secuestros, líos de plata, malos momentos en salidas de campo a zonas delicadas del país,... De hecho el record reciente de la Universidad debe analizarse en su contexto local sin caer en la tentación fácil de asociarlo planamente con hechos ocurridos en la Costa, Antioquia, Valle, Nariño u otras regiones. Porque mientras una amenaza en Medellín (qué día recordé el veto que hubo en los ochentas a "Money for Nothing" de Dire Straits) tiene una tendencia natural a cumplirse , muchos de los casos manidos en la Nacional de Bogotá tienen sus vicios. Por un lado, en los últimos diecinueve años los eventos sicariales que han ocurrido en el campus (por fuera de tropeles) no son atribuibles al Estado ni a la derecha en armas; por otro, los asilos políticos que se han tramitado hacia Canadá y Europa se han rodeado de una discreción que mejor dicho no sigo.
Me temo mucho que hay una recreación de la fábula del pastorcito mentiroso detrás de algunas de las amenazas divulgadas en meses anteriores. Sobre la relación del paramilitarismo con la Universidad hay facetas muy complejas de describir y no las voy a tocar en esto que ya se pasó de extensión. De la política de las Farc solo puedo decir que hace muchos años esa organización es - como diría un locutor de Fox Sports - un ejpónsor. Por un lado esa máxima de si no te queda tiempo para hacer la política, cómprala hecha (cabe financiar un movimiento neonazi, si lo solicita); por otro está la obsesión con su flashback bolivariano (les dio ahora porque la contradicción del momento es si Bolívar o Santander, en serio). El último tropel no fue orquestado por grupos guerrilleros, pero sí hubo despliegue de la costosa propaganda (policromía sobre papel esmaltado y fotos de comandantes farianos) de los que pintan al militar venezolano y de vez en cuando queman buses del expreso tocayo en el occidente del país.
Son muchas cosas y, cuanto más exhaustivas, más vacías. Por ahora corto.

miércoles, octubre 18, 2006

Las horas de aclarar

Hace cuatro días apareció en el espacio de blogs de El Tiempo una entrada llena de resentimiento, ignorancia y mala intención, a propósito de una calificación que hizo el Rector de la Universidad acerca de una inspirada declaración del vicepresidente Francisco Santos. Llegué allí por un enlace del primer pantallazo del sitio del periódico, se trataba de una noticia destacada y parecía ser la primera entrada de alguno de los nuevos bloggers de la sección de participación de los lectores. Como conocedor del espacio juzgado, no tardé en molestarme por las ínfulas de documentación que el autor (sin perfil y sin cara, a diferencia de otros de los participantes), quien firmaba 'soyfranco' se daba para adornar su diatriba. Pasajes de comunicados de rectores de los noventas y de la carta de los profesores al comando central del Eln (cuando cierta explosión sacudió la casa de la familia de Antanas Mockus en el barrio Quinta Paredes) fueron presentados al estilo de lo que uno conoce como el pensamiento político de Simón Bolívar, esto es, frases sueltas citadas fuera de contexto y acomodadas para cualquier interés.
Párrafo tras párrafo se presenta una historia (comenzada misteriosamente hace solo quince años) marcada por esos pedazos de textos, mal conectada con acontecimientos que no corresponden o que simplemente no fueron investigados. Lo otro es la persistencia de la frase coloquial que da nombre al blog: "¡No jodás!".
El tono general de la entrada es de arenga política, de las más violentas, de las que se lanzan para incitar a quemar un edificio o a linchar a un contradictor. La seriedad y la documentación solamente se fingen, tomando a uno que otro incauto por la cresta, como les pasaba a aquellos que hace unos años salían de las clases de Abelardo Forero diciendo "ese man sabe mucho, mucho, mucho, g'on".
Hoy, 18 de octubre, cuatro días después de la publicación enlazada desde la página principal en posición privilegiada; 'soyfranco' se quita la capucha y diluye su altanería en cinco nombres con una extraña advertencia acerca de la falta de unanimidad en el equipo. Para completar, los sujetos se presentan como periodistas de El Tiempo y eltiempo.com y llaman a su incendiaria práctica: "... motivar la reflexión y discusión sobre temas cotidianos y que afectan a todos los colombianos".
Yo escribo sobre estas cosas a partir del heteronimato, así comenzó este espacio y posiblemente siga siendo esa la situación. El Tiempo convocó hace unos meses a los lectores a participar y es muy desagradable encontrar que la misma empresa utilice ese escenario para permitir a funcionarios suyos un canal de expresión irresponsable, cuyas malas artes empiezan por resultar achacables a un participante ciudadano, cuando en realidad son propaganda política surgida en el seno de la propia casa editorial. Quiero que esta entrada desemboque en discusión, así no sea en mi sección de comentarios.

viernes, octubre 06, 2006

Siglas

A veces a los latinoamericanos les da por federarse y tienden a bautizar a sus organizaciones con siglas comenzadas en fela, como la protagonista de este evento. Así hay uno de los estudiantes de antropología (Felaa). En una versión a la cual asomé (no es mi gremio) el nombre resultaba emblemático, pues su más recurrente orador mostraba un obsesivo apego al micrófono.
En su momento fueron famosas las siglas de la Corporación Universitaria de la Costa Atlántica y de la Corporación Universitaria de Ciencias Agropecuarias, las cuales terminaron por cambiar sus nombres.
Hay unas que tienen su faceta especial entendidas en inglés. En Colombia existió hace muchos años una Federación Universitaria Nacional (FUN), cuyo final no fue nada divertido. La que más me intimida, por razones de salud, es la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (Scare). Aun sin cicatriz asusta.

sábado, septiembre 16, 2006

Mis referentes

Por allá en los años setentas yo no me afeitaba, usaba pantalones botacampana, tenía un notorio afro y me la pasaba protestando como un niño chiquito. De todos esos movimientos sociales y aventuras ideológicas, que conmovían al mundo por entonces, ninguna me legó tanto como la de cierto artista barbudo, quien creía en la palabra cooperar y en la fraternidad. Aquí, dos de sus voceros, en una clásica presentación:

viernes, septiembre 15, 2006

No es ningún juego

Un pasaje inolvidable de la vida política de Germán Vargas Lleras, nieto favorito de Carlos Lleras Restrepo, fue la de golpes que le dio a uno de sus conductores ante varias cámaras de televisión, al mejor estilo de su indómito abuelo. Hoy, como figura prestante de una de las facciones más importantes del actual gobierno, es una de las voces más fuertes que tiene esa tendencia política; además no se ruboriza para exigir su participación en los cargos que su colectividad considera merecer en el reparto de funciones.
Durante el presente gobierno, se han conocido dos atentados realizados contra su vida y tal vez aun más solo planeados. Para el segundo, el congresista no tuvo ningún reparo en comentar públicamente las sospechas que había acerca de la autoría, no hacia los sospechosos de siempre, sino hacia miembros de la Fuerza Pública. En medio de la campaña presidencial de 2006, aunque su partido fue conspicuamente gobiernista, Vargas no avaló la calumniosa, rastrera e irresponsable sindicación que el frívolo Juan Manuel Santos, hoy Ministro de Defensa, hizo contra Rafael Pardo Rueda. Hoy, ante el escándalo aun sin aclarar sobre la escalada terrorista previa a la posesión presidencial, vuelve a los micrófonos a comentar sus sospechas acerca de las andanzas de ciertos uniformados y a disonar con las ficciones de 'Bart' (como lo apoda Osuna).
De una primera reacción en la cual se anunciaban investigaciones y consecuencias, se pasó a la negativa con rutinas retóricas muy manidas en el pasado. La oportunidad de demostrar con claridad que quienes gobiernan no van a ponerse con actos tipo incendio del Reichstag se está desperdiciando absurdamente.

domingo, septiembre 10, 2006

¡Tan bacano!

Un grupo de MIT anunció que le pegó a una forma de sacar hierro por electrólisis. Sin carbono, sin producir anhídrido carbónico, solo hierro, oxígeno y calor. Inmediatamente recordé el macabro aspecto del atardecer de la salida norte de Sogamoso, el cual supera a la más oscura visión futurista tipo 'Terminator'. Eso es lo que yo llamo usar la cabeza para algo más que impedir que el cuello termine en punta y la plata para cosas definitivamente nada banales.

jueves, septiembre 07, 2006

¡Qué terror!

Resulta que la supuesta oleada terrorista, previa a la posesión presidencial, fue un montaje, como lo divulga El Tiempo. De esas cosas uno ya no se sorprende. Tampoco es como para apasionarme. De alguna manera tiene que ser positivo que las instituciones afronten la noticia y no la tapen por vergüenza como se estilaba. Es notoria otra situación: los sospechosos de siempre, las Farc, no desmintieron públicamente su autoría en estos hechos, o por lo menos eso no se supo en grandes medios. No entro en páginas de grupos así por higiene legal e informática, pero según me han contado gomosos, a esa gente no le interesa desmentir nada, menos si se trata de algo que le haga más fama de matona e intimide más.
El asunto, de profundizarse la investigación, puede ser muy complicado. La complejidad de estos montajes, en medio de un operativo tan sofisticado como el que realizaban las autoridades por esos días, debió contar con la complicidad activa o pasiva (por estolidez) de muchos uniformados. El gobierno debería preocuparse por desarrollar el tema hasta las últimas consecuencias, puesto que la falsedad asociada a las noticias de los logros de su estrategia de seguridad, particularmente en el evento que se supone que fue la prueba de fuego, necesariamente lo salpica.

jueves, agosto 31, 2006

Donde la séptima cae en desgracia

Hace unas semanas me quejé de la cara real de la más ostentosa de las localidades bogotanas. Hace poco la volví a visitar y disparé unos cuantos intentos fotográficos desde mi privilegiada posición en el bus que para va de La Inmaculada al Perdomo. El movimiento del vehículo malogró la mayoría de las fotos. Rescato este par, donde se ve parcialmente el aspecto de los barrios de ladera y la zona comercial con moteles y todo; y un detalle del cuadro feo de las canteras.
Alojamiento por cortesía de photobucket.com
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miércoles, agosto 23, 2006

Reyes consulting

Las Farc son una institución, en el sentido de su persistencia en el tiempo y en su organización interna, su disciplina y la obligación de sus miembros de adorar el carácter sagrado del aparato. Como protagonistas del régimen, como una de las más perniciosas influencias de nuestra política y nuestra economía, tienen también rasgos típicos de ciertas empresas familiares, con sus delfines pintorescos e incompetentes. Su cara política y su burocracia interna están llenas de homólogos de los más abyectos personajes del otro régimen, el de la [otra] política tradicional.
Allá adentro también tienen sus Turbays, sus Bedoyas y sus Ponchos Renterías. Difícilmente autorizan que su Noemí Sanín saque el clásico gesto de "si no sabes la respuesta, sonríe"; pero sus Pachos Santos, su Jorge Alfredo Vargas, sus Pretelts, etc.; no se aguantan las ganas de pelar el cobre, menos si tienen al frente a alguna de esas mataharis del micrófono, capaces de cualquier acrobacia para hacerlos cantar.
Pero sin duda el trasunto de la torpeza y la corrupción estándar del político 'fariano' es su vocero, A. 'Raúl Reyes'. El exgerente de oficina bancaria, repetidor indolente de las clásicas fórmulas recomendadas para la militancia; como no responder por las cosas sino desviar a la maldad del contrario, o quedarse callado y mirar con cara de claymore a quien lo corche. Reyes es un recitador, no un interlocutor con quien se pueda interactuar. El rictus del sicario, que se sabe diciendo frases cargadas de amenaza y prepotencia desde la impunidad de su cargo.
Lo más grotesco del caso es la manía que tomó la prensa de tomar sus declaraciones como verdades certificadas. En un solo año vimos un video con cortes de edición, presentado en el noticiero CM&, donde Yamid Amat fingía entrevistarlo en directo desde un estudio y el tipo derramaba sus arengas sin ninguna voz que lo controvirtiera, tal como en el monólogo más sonado de este período; también la declaración de Jorge Enrique Botero, defendiendo su chisme sobre el embarazo de Clara Rojas, "Raúl Reyes me lo dijo mirándome a los ojos". Para rematarla viene una nota de El Tiempo, basada en lo que AFP le contó en español sobre un artículo en francés, a sugerir que la palabra sin compromiso ni credibilidad de semejante personaje, da para ser asumida como prueba de supervivencia de Ingrid Betancourt. Una omisión así de chiquitica: Le Figaro incluye la opinión del comité de apoyo a Betancourt acerca de qué entienden ellos como prueba de supervivencia.
Que se agarre bien fuerte Price Waterhouse, porque la credibilidad de este badulaque parece estar en un plano de infalibilidad que va a destruir su modelo de negocio.

viernes, agosto 18, 2006

¿Al fin qué?

No termino de entender la farragosa explicación de un proyecto de ley que busca obligar a las personas infieles a aportar en el servicio de salud de sus amantes y participarles de su pensión.
Según el ponente es para liberar un montón de cupos del régimen subsidiado. Luego aclara que no se trata de promover la infidelidad, pues los aportes harán más difícil ocultar la felonía. O sea que no serán tantos los cupos que se liberen. Más bien se corre el riesgo de que, ante los costos adicionales del adulterio, se den adioses en cantidad suficiente para hacer colapsar el sistema de salud en general.

jueves, agosto 17, 2006

Esas nubes oscuras

Hace como una semana vi un atardecer bien raro. La clásica tonalidad rojiza de ciertas épocas del año enmarcaba unas nubes densas y oscuras. Mi cámara no da más y a esa hora la luz artificial se entrometió. Esto fue lo que obtuve:

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lunes, agosto 14, 2006

El cartón

Será porque se supone que es un tema que a uno le interesa que uno se aguanta leer las anodinas columnas de Guillermo Santos Calderón en la sección editorial de El Tiempo. También porque se supone que, siendo esa casa editorial tan importante empresa de medios y dueña del portal quizás más importante del país en Internet, toca estar pendiente de las posiciones del supuesto experto y especialista de la familia. Ahora se le ocurrió la gran idea de llamar teoría suya a una vieja propuesta que, aunque no tiene presencia formal en Colombia, aplica de hecho en la vida profesional y en otros países hace parte de la reglamentación de muchos gremios.
En Estados Unidos la licencia profesional de un ingeniero está supeditada a la presentación de pruebas quinquenales de conocimientos, con posibilidad incluso de ser devueltos a las aulas, precisamente porque se ha puesto en cuestión su capacidad de autoaprendizaje. El mercado mismo descarta a muchos por el tiempo transcurrido desde su grado y por su falta de actualidad. La columna es tan baladí que parte de la pregunta extrema acerca de la validez de un título de ingeniero del año 67. Los comentarios traen de todo pero evidencian el flojo conocimiento que tiene Santos acerca del mundo práctico que viven los egresados de la misma profesión que él tiene (Ingeniero de Sistemas, por allá de los setentas).
En últimas, es un tímido arañazo a una cosa que hace tiempo está cuestionada de facto: la infalibilidad del cartón, del título, como fuente de credibilidad en la calidad del trabajo profesional. Pero la solución no puede ser la expansión alegre de requisitos para que las instituciones educativas se ataquen a ampliar su portafolio con malas ofertas de venta asegurada. Hay que incrementar el ambiente de competitividad y formar a los que vienen en la disciplina del aprendizaje permanente, del contacto interdisciplinario y la práctica real de la innovación tecnológica, no la simple recitación de lugarcomunes como los que habitan la columna que hoy comento.

miércoles, agosto 09, 2006

Un Verano en Bogotá

Aquí no hay estaciones, pero se puede ver un sol así de intenso a las 20:15 por cuenta del descuadre del reloj del transmilenio.


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En realidad eran las 13:15, pero aprovecho esta visión pasajera del verano de los trópicos para celebrar que se realice una nueva versión del "Festival de Verano". Tal vez esté corto de tiempo para atender eventos, pero me complace que haya quien todavía apueste a una ciudad para ver y tocar y gozar. Hace dos años gocé con Los Van Van y el año pasado asistí al concierto de Vicentico; no sé cómo vayan a clausurar, pero el evento del carnaval va a empalmar con "Salsa al Parque" y no me puedo perder al legendario Henry Fiol.

martes, agosto 08, 2006

Esta es la política

Lo más brillante que he escuchado en boca de un deportista.

lunes, agosto 07, 2006

Sobre Fidel

Caballo está enfermo y, como en la canción de Santos Discépolo, ya algunos se prueban la ropa que va a dejar. Ahí es donde se dan cuenta literalmente de la talla de lo que quieren reemplazar. La dirigencia cubana se debe estar dando un festín informativo con la cantidad de peladas de cobre que salen por todas partes. También actúa con prudencia, porque sabe muy bien lo que hay en juego. Desde afuera, suenan duro los anuncios sobre el retorno de la democracia. Quedando tan pocos testigos de la última contienda electoral como se concibe en otros países, vendría a ser la implantación de esa forma de elegir los representantes. Esas cosas no funcionan tan de la noche a la mañana y la formalidad política es apenas uno de los problemas.
Con una de las más cortas carreras poscoloniales en el continente, Cuba tiene muy poca experiencia en el modelo de democracia liberal occidental. Dictaduras y caudillos de largo aliento han primado en el corazón político de los cubanos. Manejar el gobierno se ve como cosa de mayores, de seres de leyenda. Cuando pregunté a militantes comunistas sobre qué venía después, no me respondían y más bien rogaban al altísimo que ese momento nunca llegara. "Él es la unidad de los cubanos y si no está quién sabe para dónde vamos". Cuando hay un papá que se encarga de tener todas las ideas y de asignar las tareas correspondientes, algunos se malacostumbran y no tienen cómo imaginarse un después. Y no fue solo la manía comunista del culto a la personalidad la que lo llevó a ese papel de todopoderoso imprescindible. En parte también se debe a esa tradición caudillista y a la obsesiva guerra personalizada de sus adversarios. Un éxito de timba, censurado por el régimen, decía que había que conseguir un palo para darle al 'mango'.
Mientras sus detractores dedicaron décadas y dólares a destruir su imagen y conspirar contra su cuerpo, se consolidó un sistema, lleno de vulnerabilidades pero con un montón de gente organizada para respaldarlo. Gente que no fue como él, moldeada por esa historia personal del hijo de un rico ganadero, educado por jesuitas y luego partícipe de la política estudiantil universitaria; rápido en compensar el desdén de sus amigos norteamericanos con sucedáneos ultramarinos y curtido negociador. Allá dicen que él es digno representante de los orientales (los de las provincias del Oriente de la isla): gran conversador, engatuzador, carismático. A veces sin hacerse entender fascinaba, no descartaría que no haya perdido tal don. Los que siguen son funcionarios en el sentido más práctico de la palabra. Son ruedas de engranaje, sin ganas de brillar, pero disciplinados militantes (tanto que no ven mucho más allá de su función).
Pienso que Cuba paga duro el precio de su disfuncionalidad con un mundo difícil de evadir. Eso tiene que afrontarlo. Las conquistas sociales tienen muchos atenuantes en su soporte orgánico. Salud gratis sin suministro completo de medicamentos (gratuitos aunque de muy difícil importación, pero misteriosamente disponibles en los 'shopping' a precios internacionales, es decir inalcanzables para el ingreso normal de un empleado de allá; también de acá, no la vengamos a montar de primermundistas). La educación tiene sus limitantes. A mí, como habitante de un país mucho más liberal en esas cosas, me alcanzan a asfixiar ciertas intromisiones presidenciales en temas académicos; allá me sentiría mucho peor.
Curiosamente, aquellas facilidades de la vida moderna que disfruto en Bogotá, que sin ser de clase alta puedo ver acá como no podría en Lima; aquellas comodidades y necesidades propias de mi estilo de vida que me hacían decir no hay, no veo, aquí no tienen... contrastaban con las cosas que colombianos mucho más pobres que yo notaban que sí había. Las privaciones de la gente necesitada de nuestro mundo rural en depresión y de ciertos cordones de miseria (especialmente en Bogotá y Montería) llegan a extremos que hacen parecer nórdico al más infortunado cubano.
Ciertos funcionarios cubanos decían que la mejor solidaridad con su revolución era que uno hiciera la de su propio país. No ando interesado en hacer revoluciones, pero ahora que lo veo el mejor aporte que uno podría hacer a la democracia y a la inserción exitosa de Cuba en el concierto mundial es trabajar por la productividad y el desarrollo democrático del país de uno. Como tantas obsesiones benefactoras, termina uno entendiendo que para dar sí es importante tener.

domingo, agosto 06, 2006

Oh, Capital... mi Capital

Antes de acostarme quiero decirle feliz cumpleaños a mi amada ciudad, a la que vi por años plena de luces desde el penthouse de la ciudad. No uno de esos del norte, pobres en amplitud, sino desde el fresco suroriente, donde los barrios tienen nombres chéveres como La Gloria, La Victoria, La Belleza y Atenas. Allí donde tuve la fortuna de pertenecer a la última generación que vio más o menos limpia la Quebrada La Nutria y viví una infancia llena de sonidos populares, películas mexicanas, y donde llegué a consagrarme entre familiares y amigos con mi inspirada versión de "la de la mochila azul", el memorable éxito de Pedrito Fernández. Intentos colectivos de suicidio en carros de balineras como solo se viven en un barrio de ladera, banquitas con pendiente y cross country. Canciones de Leonardo Favio, de Vicente Fernández, de Diomedes Díaz, Abba, Kenny Rogers y la inolvidable Cucharita de los primeros Carrangueros de Ráquira.
Una vez me llevaron a ver un circo ruso en el Coliseo El Campín, ese que ahora solo se usa para el culto y eso era peregrinar al norte; de paso se vivía la exótica experiencia de comer Pizza en la 30 con 53, en un local de la desaparecida Pizza Nostra. De hecho cuando íbamos al Sears yo sentía que era ir como a Nueva York, porque allá estaban todos los juguetes que uno veía en la televisión pero no en el comercio del barrio. Incluso vi una cosa que nunca se borró de mi memoria, tanto que cuando voy al Casa Estrella de Galerías recuerdo muy bien en qué parte lo exhibían: el computador Sinclair, hito legendario de la carrera por el computador hogareño comprable. De hecho, esa es una obsesión sobre la cual pienso volver. Por entonces pasaban en televisión colombiana a Mazinger Z, del cual me perdí muchísimos capítulos por el racionamiento de energía del 81; no así con "El Último Mohicano", miniserie que desencadenó mi carrera por leer las novelas de aventuras básicas, clásica iniciación de mi carrera como lector... Y llovía y llovía.
Esa Bogotá permanentemente nublada, gélida, lodosa; se fue llenando más y más de excepciones soleadas, al punto de hoy presenciar escenas exóticas como venta de gaseosa helada en los semáforos. Los niños no usábamos pasamontañas y solo cubríamos la cara para jugar a los pistoleros (bueno, cuando la toma de la embajada en mi barrio se jugaba a los guerrilleros, pero eso rápidamente dejó de ser divertido) o a los ninjas. Luego vino la edad de recorrerla más, de ir más seguido al centro, de esperar bus en la Décima con Jiménez en actitud paranoica, de hacer septimazos; de salir de paseo por la Sabana y ponerse cita en uno de los puentes numerados (el primero, el segundo y el tercero) de la autopista norte. De conocer y habitar la Biblioteca Nacional y la Luis Ángel (hacer una cola imposible para entrar a la una y ver cerrada la otra durante el 89-90, qué sequía de año).
Lástima que cierta gente decidiera usar la fecha natal de mi ciudad para descargar su 'little boy' y arrancar doscientas mil almas de Hiroshima; para mí es imposible separar los dos sucesos. Para mis adentros quiebro una lanza...
Feliz cumpleaños, amada capital.

sábado, agosto 05, 2006

Manipulación

Ayer comenté las características extremas de perversidad que la noticia sobre la bomba de Cali traía. La edición impresa de El tiempo trae la aclaración sobre el papel de James Fernández Sandoval en el atentado. Es decepcionante que en medio de semejante situación tan monstruosa aprovechen los artífices de la propaganda para manipular las emociones de la gente. La veracidad del escenario de un civil manipulado o engañado por las Farc para ser llevado como mula al lugar de la explosión es plausible. De hecho la sola idea de poner una bomba para herir, matar y destruir es por sí misma condenable, sin atenuantes. Pero no hay derecho a mentir de esa manera, aprovechando la lógica reacción de rechazo que asiste al público.

viernes, agosto 04, 2006

Qué semana

Esta semana corrí por mi vida. No en el sentido dramático del inminente riesgo, sino por el de ciertos apremios que pueden ser estratégicos para la realización de mis aspiraciones profesionales y vitales. Estoy muy agotado, pero creo que las cosas tienen buenas probabilidades de salir, eso me permite caer dormido con una sonrisa.
Viene fin de semana con feriado, el puente del 7 de agosto con posesión presidencial. El día de cantar ese himno ignorado por muchos, el de "saludo adorada bandera que un día...". En la primaria vestí alguna vez de soldado criollo y un hermano mío hizo de español, más vistoso su disfraz, por cierto; aprendí un pasaje del libro de historia - el cual tenía que leer en el acto solemne - para sorprender a los profesores repitiéndolo de memoria. A esa patria heroica la quise, la admiré a pesar de no ser sus batallas tan vistosas como las de Sankukai (aquí más).
Pasaré un fin de semana no muy callejero, debido al blindaje de la ciudad, el cual hará incómodos y lentos los desplazamientos. En un post anterior comenté con sorna el asunto de la ley seca como medida de seguridad antiterrorista. Me ratifico, pero me siento muy molesto por ese asunto de las bombas. La imagen de ese señor, estallado junto con el vehículo, llevado a la muerte como mula, me llena de rabia y decepción frente a las formas tan perversas que pueden tomar el orgullo y la estupidez. Aquí nadie está para atentados suicidas. Bien podemos ser los colombianos unos amigos irredentos de la vida riesgosa, algunos gozadores de la velocidad y el asedio de la muerte, otros impávidos ante cualquier amenaza o perseguidores de venganzas atizadas por la pasión más insana. Pero nadie aquí bota su vida de esa manera; solo homicidas dispuestos a romper cualquier límite, siempre y cuando sea con la vida de otros, pueden estar detrás de una monstruosidad así. La gerencia de la masacre, con sus metas y sus presiones, alimenta con la sangre de cualquiera su imbécil leviatán de odio y sectarismo, solo para que caiga sobre ella multiplicando la sinrazón.