jueves, mayo 31, 2007

¿Para Lucho?

Cierto componente de las consignas, pancartas y pintas de ayer se concentró en calificar de paramilitar, o más cariñosamente "para", a Lucho Garzón. Entiendo que la principal justificación de esta conducta fue la seguidilla de operativos para dar fin a las tomas de alumnos en los colegios, con intervención de la Policía, y calificado por la ADE como "La Noche de los Lápices en Bogotá". Este último entrecomillado corresponde al nombre de un operativo de tiempos de la Junta Militar que gobernó Argentina entre el 76 y el 83, el cual consistió en el secuestro de varios estudiantes secundarios en La Plata, quienes - salvo una excepción - fueron desaparecidos y todos pasados por tortura. El símil, es evidente, es frívolo e irresponsable. Aunque ha habido quejas sobre abusos y lesionados en uno de los casos; la distancia entre la gravedad de los hechos debería ser clara para un adulto, quien además está investido ante la sociedad del cargo de educador y - tras del hecho - ostenta funciones de liderazgo en una organización gremial de tipo sindical.
Entre lo más refundido de mi infancia, las palabras magisterio, asamblea, paro, yo sí entré por concurso, pedagogía, escalafón, sonaban con regularidad. Toda mi formación básica ocurrió en planteles oficiales y mis padres (docentes del Distrito, como ya se adivina) no dejaron de contestar inquietud alguna que les planteáramos mis hermanos y yo sobre estas cosas. Viví las transformaciones de los currículos de mediados de los 80, conociendo también a uno que otro de sus inspiradores. Para mi punto de vista, el que me tocó, el sindicalismo docente tenía el rostro del movimiento pedagógico, del perfil moral de la educación de los maestros que conocí, no solo en mi familia, sino de la gente que me develó los misterios de la teoría de conjuntos, la etimología de los términos biológicos, el álgebra que atormentaba los dedos, la elegancia de la trigonometría, el Siglo de Oro de las letras españolas, la Gramática, la Historia,...; todo eso sin verme como una grabadora china de cinco mil pesos para reproducir una consigna mal hablada.
Hablo de un sector importante de una generación que vivió ofertas fuertes de rebelión, de la ficción del sistema agonizante y de la fustigación a los escépticos. Hablo, desde luego, de la que entendió el tamaño de la responsablidad con la formación de la infancia y la asumió. Pienso en la profesora de tono militante, que no creía en la "prensa burguesa", pero nos la ponía a leer, a analizar, sin recurrir a la tosquedad de reemplazarla y a nuestros textos por el panfleto. Del temido profesor de Español que nos retaba a discutir cualquier tema y defendía la posición que le tocara con ingenio. En la memorable profesora de Álgebra que me cortó de tajo mis excusas perezosas de que, como aspirante a filósofo de mochila cruzada, era mi deber no aprender matemáticas; sometiéndome a fuertes dosis de ejercicios, abriendo para mí el universo lleno de hedonismo del manipuleo exitoso de las expresiones, de la claridad y las buenas prácticas de orden gráfico y correcta expresión de relaciones, igualdades, etc.
Lustros de docentes vinculados por cuota política, algunos de los cuales llegaron a las altas esferas sindicales y lanzaron inolvidables frases como: "yo no entré por concurso, tampoco me voy a dejar sacar por concurso". De inopinadamente beneficiados del estatuto docente, arrancado a punta de paros con destituciones, demandas, bolillazos, etc.; el cual para ellos era verdad ancestral y no obligación de merecimiento. De flojos licenciados jugando al alquimista del cambio social, con sus flojas hipótesis sobre la rebeldía adolescente y su manía de llamar represión a toda norma. De quienes barbotan un poco sustentado discurso sobre el juego pero no se han enterado que los juegos tienen reglas. También de los viejos líderes que se apegaron a succionar las ventajas económicas de su liderazgo, de manejar los fondos solidarios de un gremio tan extenso y tan adinerado (al menos en suma), de lucir su cachuchita ideologizada en el Sindicato, mientras negociaban corbatas pragmáticas en las secretarías y el Ministerio. Esos y otros componentes nos han traído a la situación actual.
Cecilia María Vélez (o muy seguramente algún asesor suyo) se enteró de la vigencia de una Ley de 1967, que hace ilegal pagar por tiempo no laborado (hay que recordar que en los más aguerridos paros de los 70 la recuperación de clases no dadas era parte del sacrificio y la beligerancia y ni se ponía en discusión). Desde entonces, un sindicato sumido en la mediocridad de su reflexión pedagógica evanescente; desgastado por paros en falso y carente de convocatoria; particularmente la ADE varias veces puesta en evidencia ante sus pares de otros departamentos por andar simulando lo que no tenía; se le ocurrió después de muchos años inventar la participación de los alumnos. Entonces profesores incapaces de persuadir al alumno de que x + x = 2x y que x*x=x^2, fueron organizando tomas, bloqueos de avenidas e improvisando liderazgos estudiantiles ficticios, aprovechando algo que yo no viví y hasta creí que envidiaba: el legado de la Constitución de que todo tenía que ser dirigido por cuerpos colegiados y la creación como cosa legal de los consejos estudiantiles en los colegios. Hay que ver cómo ofrecen esos muchachos cuando quieren llegar a ser personeros, como si aspiraran a la presidencia de la Organización Mundial del Comercio. Terminan pareciendo más sensatos los aspirantes a las representaciones estudiantiles en las universidades en sus promesas de impedir el ALCA o amortizar la deuda externa.
Alguien que no ha podido con los años conseguir que un alumno ubique el Río Magdalena en un mapa, que se entere que Colón y Bolívar no fueron contemporáneos, o la diferencia entre Conservatorio Departamental de Música y Directorio Departamental del Conservatismo; viene a convertirlo en el gran interlocutor de los temas del gasto público y la descentralización administrativa. Para fines prácticos lo compromete en cuestiones logísticas y operativas, lo adiestra en la repetición de unas consignas, lo arenga para que abuchee y rete al Rector (a quien acusa de gobiernista) y no le deja claros los límites de respeto a las instalaciones del colegio. De hecho no se discute a fondo con los padres de familia el asunto, ni se le pega una repasadita al Código del Menor. No hay plan B para manejo de detenciones o de situaciones de salud. El menor se queda lidiando con la hipotermia en el helado colegio, mientras el activista firmó asistencia y alega que no está en paro.
Quien accede al gobierno, por irresponsable que sea, conoce las hieles de la responsabilidad antipática. por eso el Secretario de Educación, con todo y su airecito de patriarca sindical, advierte sobre los términos del paro y actúa ante el uso de los menores, con la mesura requerida en la gran mayoría de los casos. El alcalde hace lo propio y gana que sindicalistas de servicios públicos, de la misma ADE y del medio universitario lo llamen "paraco" en las calles. Vuelve la frivolidad. El paramilitarismo es un fenómeno responsabilizado de crueles vejámenes contra la humanidad, por haber corroído el tejido social en varias regiones, por ser responsable de corrupción y narcotráfico. Está en el centro de la crisis política más dura de la presidencia con mejor respuesta en las encuestas (lo cual bien puede no ser tan paradójico como suena) y a diario está generando noticias sobre hechos judiciales (con pruebas y todo). Que los sectores políticos que siempre han reclamado no ser estigmatizados por sus posturas acerca del tema social, recurran tan irresponsablemente a esos motes, representa la poca seriedad que le ponen a la amenaza de lo que dicen denunciar.
De hecho, si mal no recuerdo, el paro que hay ahora en la Universidad reivindicaba al principio su denuncia contra el señalamiento, contra esa manía de tildar de guerrilleros a los activistas estudiantiles que sostenían determinadas posturas políticas. Lo que se hace con la palabra paraco es lo mismo. A propósito, muchas veces escuché veteranos de lo que la izquierda colombiana llama "la Guerra Sucia", o sea la matazón de militantes y activistas sobre todo en la segunda mitad de los 80; reclamar cómo a comienzos de la década siguiente, la principal fuente de estigmatización contra sus cuadros en ciertas universidades estatales (incluidas las del eje cafetero) provenía de los profesores y estudiantes del MOIR, quienes disuadían a sus prospectos de pichones hablando en esos términos de los otros grupos. ¿Será por eso que me molestó tanto ver las loas y la irracional lambonería con Robledo el lunes?

Transferencias

Anoche escuché parte de una discusión sobre el tema del día entre Rafael Pardo Rueda, Humberto De la Calle, María Jimena Duzán y Martha Lucía Ramírez. Hoy la Editorial de El Tiempo anota un par de cosas sobre lo mismo. Simultáneamente es cierto que hay una disminución relativa (procentual) y que hay un aumento absoluto. Sobre las decisiones relacionadas con los distintos momentos que ha tenido la matriz desde el 91, ese debate puede ser más demorado. Pero me llama la atención cómo se resuelve el tema político del juicio a la descentralización. Es más, no vi alcaldes o gobernadores afrontar directamente el protagonismo de la protesta y, salvo mi siguiente asunto, muchas consignas de ayer estaban orientadas a descalificar al gobierno central sin hablar nada de mandatarios locales. Lo único concreto era aludir al presidente como paramilitar, en tanto las alusiones a las transferencias se hacían en medio de vaguedad, acudiendo a generalizaciones.
La contradicción no es trivial y me parece harto legítimo desarrollarla. El proyecto fue aprobado, pero no creo que se cierre el debate. Me llama la atención, eso sí, que no haya una difusión de las tensiones locales sobre el destino de las transferencias. La prioridad era presionar al Congreso, está bien, pero esa paz local sobre estos asuntos no me cuadra.

Uno más

ADDC

miércoles, mayo 30, 2007

Oscuridad

Alojamiento cortesía de photobucket.com

Hoy desde la séptima, mañana...

Asistí hoy a la marcha al centro y aproveché para hacer unas bien tacañas tomas. Me llamó mucho la atención que - a pesar de la agresividad verbal de ciertas consignas - el rechazo a los petos y otras detonaciones es evidente y proactivo. El paro agoniza y vienen ya las definiciones sobre el reparto de su liquidación. Al parecer hay bastante tensión laboral por asuntos de pagos, cumplidos y rumores.

Quiero reconocer aquí que ayer en horas de la tarde, participantes del campamento pusieron bajo techo un número importante de los pupitres que habían sido sacados días atrás a la intemperie.

Los dueños

No sé de mafia alguna que no haya nacido chiquita, inofensiva y pobre. Pero su tendencia natural es expandirse y estrellarse con lo que se le atraviese. Este tipo de fenómenos se comporta como una infección (como cuando la bacteria que vive en comensalismo se dejó pillar y comienzan la expansión caótica y la inflamación); termina por pasar.

martes, mayo 29, 2007

Contagioso

Las falencias de concordancia de número de la Secretaría de Educación Distrital de Bogotá se le han pegado a la Ministra de Educación Nacional. ¿Sí convocará la última carta? ¡Tétrico!

Sin novedad

Al parecer los docentes andan un poco molestos por los términos de la reunión de ayer y consideran que el Rector "hizo quedar mal a la Universidad" en la entrevista de anoche en "Pregunta Yamid". El intento por reanudar actividades esta semana queda entonces en vilo. Los docentes acusan al directivo de condescender en la posibilidad de la firma de un acuerdo, el cual prevalecería aun si se cae la legalidad del Plan de Desarrollo. Comparto esa incertidumbre y me parece que ya es hora de una declaración categórica al respecto. El tema del calendario académico ya ha impactado psicológicamente a una fracción importante de la comunidad y la asamblea enfila baterías contra la consulta electrónica. Es obvio que los profesores no van a sacrificar su período intersemestral, ni más faltaba. Ya con un mes de descuadre, el costo para estudiantes de provincia y para todo aquel que tenga más compromisos importantes aparte de las actividades curriculares normales; sobrepasa cualquier elucubración de manipulación o juego retórico de "yo sí defiendo la universidad y tú no, porque no haces lo que te ordeno". Es muy posible que cierto género de daños (que no he podido confirmar) haya generado un comportamiento airado de Wasserman a partir de ayer. En las incursiones ante la asamblea se ha ruborizado, ha tolerado rechiflas, insultos, de todo y se ha puesto a decir cosas políticamente no correctas para el gusto de ese espacio, a veces antecediendo con la palabra perdón. Pero si es cierto lo que leí en unos comentarios de lectores de eltiempo.com, relacionado con daños a cultivos por la desconexión de un refrigerador en Medicina o alguna otra felonía particular contra algún proyecto de investigación; muy seguramente eso malogre las posibilidades de entendimiento o exploración cuyo tiempo ha llegado (hace rato, la verdad). Sobre los daños, hoy vi una campaña gráfica que se enorgullece de ellos. Frases como "bloqueo físico no es bloqueo mental", bajo la foto de una pila de pupitres. No es la figura del mal necesario, sino la fascinación con la presunta genialidad del acto. Se dice que una fracción notable de los profesores participantes en las asambleas de Ciencias Humanas halla encantadora la situación. Mientras pupitres por decenas siguen sometidos a lluvia, lodo y maltrato permanente, los órganos de propaganda del paro reducen el asunto a una "instalación" de varios de ellos colgando como de un patíbulo, parte de ellos pintados de blanco.
Voy a ser franco: ni la soberbia política de cierto sector docente, ni el desespero de la fracción ludita de los trabajadores, ni las agendas internas del Polo; han podido justificar coherentemente ese comportamiento agresivo, por más que han invocado que se trata de la hora del fin. Ni los analistas jurídicos que han hablado confirman el tremendismo, ni lo hacen los antecedentes. Sonaré a curita apolillado de colegio confesional pero es necesario modular con alguna valoración moral lo que se ha venido haciendo. La hipótesis del fin del mundo será puesta a prueba, pero los costos de su mercadeo ya están cargados y son bien altos.

No está cerrada

Aunque la noticia dice lo contrario, sigue habiendo acceso al Campus. El recuadrito contextualizador de la nota de El Tiempo atribuye el paro a lo de las transferencias. Probablemente el redactor estuvo en la liturgia de ayer en el Auditorio y se le contagió la pereza para leer. Con un par de dificultades por capacidad de la red, se adelanta la consulta electrónica, la cual en ninguna de las opciones niega continuar la discusión pero pregunta a la mayoría si se reanudan o no las actividades académicas. Alcanza la anormalidad para que los paristas acompañen mañana la farsa de inspiración electoral de FECODE y afrontemos de una vez las carencias de formación e información que ha tenido esta situación que completa cuatro semanas.

lunes, mayo 28, 2007

La camiseta

Entrando a la Universidad no asistí a tiempo a la asamblea de mi departamento, por una información errónea que recibí. Desvié al León de Greiff, donde - con lleno a reventar - Víctor Manuel Moncayo, el Ex-Rector amigo del pueblo y el Senador de la República, Jorge Robledo; insistían en sus arengas contra el gobierno y, los actuales directivos y disfrutaban de la afluencia de quienes hoy creían que retornarían a clase (después de una ausencia contundente la semana que pasó) y pudieron acceder al Campus a pesar de la dramática noticia del cierre. Moncayo insistió en exigir que el Rector demande, en que él lo hizo dos veces y que - aun el "uribista" Marco Palacios lo hizo -. Robledo ni merece alusión; un tipo que reconoce que no ha presentado en tantos años de representación parlamentaria más de dos proyectos y que se ufana más bien de haberlos hundido; que dice sin reato mentiras tan vulgares como que FECODE está en paro, cuando los que tiene al frente de las tomas y paros son los alumnos, en tanto los asociados y federados firman asistencia para no afectar su salario; un sujeto que oculta deliberadamente el papel de los rectores en el lobby al Plan (carameleando a los asistentes con que su labor fue oír a estudiantes y trabajadores); en fin...
Mi punto de hoy es la camiseta que algunos actores ocultan debajo de la camisa. Tildar de uribista a un Rector o a un Ex-Rector, insinuando que su actuación administrativa obedecía a intereses políticos externos a la Universidad significa cuestionar su respeto a la Autonomía Universitaria. Mi pregunta es: ¿Acaso Moncayo no tenía una camiseta de esas? Su primera Rectoría comenzó en el Gobierno de Ernesto Samper Pizano, la consulta a la Comunidad Universitaria (no elección, y a quien todavía abrigue dudas, léase bien el Decreto Presidencial 1210 de 1993 y después hablamos) no la ganó y venía de ser Decano de Derecho (también en tiempos de ese gobierno, siendo presidente del Consejo Superior Universitario Jaime Niño Diez, Ministro de Educación), cargo en el cual andaba cuando negó la última solicitud de reingreso a la Universidad que hizo Jaime Garzón Forero (eso sí, fue ofreciendo el León como sala de velación cuando lo mataron y magnánimamente le concedió el grado póstumo). Durante su primer período, las relaciones con los parlamentarios; tan frías por la tradicional petulancia de la única Universidad autónoma del país y por sus dos antecesores, tipos académicamente solventes y reacios al jueguito politiquero; florecieron, se afianzaron. Un año antes de posesionarse, un fuerte paro de trabajadores exigió el cumplimiento de lo que se llamó la nivelación salarial, ordenada por la Corte Constitucional. Guillermo Páramo, entonces Rector, repartió el dinero otorgado para ello con prioridad a los empleados con menor asignación salarial, disminuyendo el incremento de abajo hacia arriba y exceptuando al equipo de Rectoría, "por elemental decoro". No mucho tiempo después de posesionado el abogado Moncayo, se fue subiendo el sueldo como el 300% (ese que dicen que van a subir las matrículas). La verdad el Rector de la universidad más importante del país debería tener una asignación más alta, pero hay formas de formas. Uno de sus rivales en la aspiración a ese cargo era José Fernando Isaza, quien declinó su candidatura explicando que no convenía a la Universidad tener un Rector peleado con el Presidente (¿sí o qué?) y que él estaba agarrado de las greñas con Samper por una movida extraña BP-Grupo Empresarial Bavaria (lío por el cual Isaza renunció a la Junta Directiva de Ecopetrol).
La de Moncayo fue la Rectoría de la socialbacanería realmente existente. Eventos de ONGs internacionales contra el Plan Colombia, lobby de su colaborador Leopoldo Múnera para hacer más "social" la participación europea en dicho Plan, marchas con aval institucional contra el Plan de Desarrollo de Pastrana, demandas al Estado por el presupuesto de la Universidad, liderazgo institucional para atender casos de Derechos Humanos estudiantiles, con dos fiascos incluidos (Kike y Lina, los desaparecidos reaparecidos del 1997 y Diana Salamanca, falso caso un año después). Pero Horacio Serpa perdió las presidenciales de 1998 con Andrés Pastrana y Moncayo y su camarilla sindical tenían el alma empeñada y perdieron la boleta. Todo fue un enredo, los Ministros de Educación le hacían la vida imposible en los Superiores y él se desquitaba en los estrados, mientras sembraba el mito del Rector cursi-consciente-izquierdoide-chévere. A quienes nos gusta la historia nos da a veces por comparar con el turno de Luís Carlos Pérez en los 70 (socialista, amigo de León de Greiff, tuvo de Decano de Derecho a Umaña Luna). Qué desastre. O con Gerardo Molina (el mismo que le dijo a José Obdulio Gaviria que se fuera a trabajar con Álvaro Uribe Vélez, el liberal rebelde que se había distanciado de Bernardo Guerra Serna), Rector de tiempos de "El Bogotazo" (también más de malas).
El moncayato fue un tiempo de componendas, como la que le agradece el físico particulero paisa Roberto Martínez en su carta a su profesor de mecánica analítica en la de Antioquia. Cuando vino la ocasión de volverse a postular (2000) ya tenía una burocracia estudiantil (Cátedra de Vida Universitaria o "Cátedra Paco") en su nómina para que le hiciera la campaña de la consulta. Pero la consulta real, la de los políticos, la llevaba perdida y el liberalismo le cobró caro el empujoncito (salir de sus Decanos de la Sede Medellín y remover a Alejo Vargas de la Vicerrectoría General). En esa etapa lidió con lo del patrullero asesinado en un tropel, época en la cual su vehemencia no quiso asomar a la Fiscalía a acompañar a su locuacidad. Chicharrones como lo de los morteros y el posterior allanamiento abusivo al Campus (que incluyó la incautación de materiales de estudio, incluido el Laboratorio de Aeronáutica en Ingeniería Mecánica). A esas alturas no levantaba cabeza. Siendo presidente Uribe, lanzó su intento de tercerear dignidad, debido a la pobre cohesión de sus colaboradores, más proclives a rivalizar por el cargo que a unirse en torno a una figura. El activismo se casó con llamar elección a la consulta, buscando dejar el hecho como excusa política para reclamaciones posteriores. Pero leyó mal, las reglas decían que la consulta seleccionaba terna y – si el objetivo era dejar por fuera a Palacios – bastaba con repartir los votos que le dieron a Moncayo con otros dos candidatos y facilito dejaban al enemigo del pueblo por fuera y con apego a las reglas de juego. Entonces vinieron las marchas, los campamentos, las tutelas (una casi pone al salvador Víctor Manuel a posesionarse cuando ya andaba en vueltas de jubilación) y lo que se sabe.
Pregunto: ¿Son Palacios, Fayad o Wasserman más uribistas de lo que Moncayo fue Samperista o Pastranista? ¿Necesitaron las demandas de Moncayo al Plan de Desarrollo de Samper y la de Palacios al de Uribe paros indefinidos como el que hoy se prolonga?
P.D. Luis Fernando, gracias por las referencias y los consejos. Prometo regenerarme de mis problemas de síntesis. En parte los textos extralargos han buscado también dejar por escrito cosas que he relatado oralmente hasta el cansancio de mis interlocutores y que busco dejar en algún sitio, más allá de la situación actual. Soy consciente de la necesidad de ser más centrado cuando controvierta y trabajaré en ello.

Mala cosa

Al parecer se malogra el retorno a la normalidad académica y el anuncio de suspensión indefinida de actividades, más las acciones policiales del fin de semana, le dan a los partidarios del paro por el paro la oportunidad de investirse del papel de héroes y, seguramente, hoy tendrán el público que no quiso asomar la semana pasada. Vamos a ver cómo se desarrolla la cosa.

sábado, mayo 26, 2007

Del computador de 40 a los 50

El envainado Jorge Noguera lanzó la bomba del "libro de la farcopolítica", como la posible prueba reina de los vínculos de los políticos con la guerrilla. El Espectador se lo consiguió.

Jotamario en el MIT

Siguiendo un bonito applet de la web principal del MIT, vi un listado de proyectos de investigación de esa Universidad en Colombia. Me llamó la atención uno llamado "No Recuerdo", dirigido a estudiantes de Español. Allí hay un par de muestras de videos utilizados en el proyecto, de los cuales es singularmente anecdótico el del deplorable Jota Mario Valencia, balurdo presentador de televisión, cuando presentaba el "Noticiero Promec", espacio de una programadora de la Fundación Social. QuickTime y MPEG.

viernes, mayo 25, 2007

Un poco más de claridad

Siguiendo el tema localista y a propósito de mi última entrada, asistí al foro-debate organizado por APUN (Asociación de Profesores de la Universidad Nacional) acerca del tema del pasivo pensional. La moderación la hizo José Daniel Muñoz, "El Profe", docente del Departamento de Física. No estaba de más poner a un experto en sistemas complejos a lidiar con un auditorio fácilmente exaltable y proclive a interrumpir las intervenciones con consignas, rechiflas o aplausos. Se había anunciado la presencia de la Ministra de Educación, pero terminó asistiendo Gabriel Bustos Mantilla, Viceministro de Educación Superior. Se anunció también a Mónica Patricia Uribe B., Directora General de Regulación Económica de la Seguridad Social; Ministerio de Hacienda; pero según parece fue una funcionaria de apellido Serrano y al parecer de Mineducación. Se anunció también a Alberto Uribe Correa, Rector de la Universidad de Antioquia, pero el que veo en mis grabaciones está mucho más calvo que el del periódico de esa Universidad, o el de la noticia de Universia. Víctor Manuel Moncayo , Ex Rector de la Universidad Nacional y Representante de los Exrectores al Consejo Superior Universitario; Moisés Wasserman, actual Rector de la Universidad Nacional, Orlando Acosta, Representante Profesoral ante el Consejo Superior Universitario y Juan José Yunis, Representante Profesoral al Consejo de Sede.
Aunque se supone que hay controversia entre los personajes, cada uno a su modo me permitió redibujar mi mapa mental de lo que pasa. En primer lugar, la figura de la concurrencia (pago compartido Nación, entidad territorial correspondiente, rentas propias de la institución universitaria estatal) para el pasivo pensional surgió de la Ley 100 del 93, como una forma de compensar el lío que tenían las universidades de orden departamental, municipal y distrital al afrontar su nueva condición de autonomía (antes de la Constitución del 91 la única autónoma era la Nacional). Según el expositor de la Universidad de Antioquia, esa institución pasó súbitamente de ser una dependencia del Departamento de Antioquia a ser una entidad de naturaleza autónoma y - por la gestión de su egresado y ponente, Álvaro Uribe Vélez, se creó esa modalidad legal para acceder a dineros de la Nación para atender esos pagos (más la cuota del Departamento y de la Universidad misma). Pero quedó un vacío. No quedó nada claro para las universidades estatales del orden nacional (Nacional, Cauca, Caldas, Córdoba y Tecnológica Diego Luís Córdoba del Chocó) cómo se manejaría el asunto. En varias ocasiones se ha llevado el tema al Consejo de Estado y, según Moncayo, durante su Rectoría y antes no hubo ningún lío con eso pues no se había cuestionado que era obligación de la Nación cancelar la totalidad de las pensiones. En eso toma distancia con el actual Rector, quien afirma que es urgente buscar un saneamiento definitivo para no dejar ese pasivo como una "bomba de tiempo". Se pone el ejemplo de una crisis que dejó a la Universidad del Valle durante diez meses sin poder pagar pensiones ni salarios. También la amenaza jurídica que supone la eventualidad de una impugnación sobre la legalidad de cierta cantidad de casos de asignaciones pensionales, presuntamente por encima de donde deberían estar.
Moncayo y sus cercanos han fustigado la atención de las actuales directivas a esta posibilidad y han calificado como chantaje la conducta de los funcionarios del gobierno que han tratado de inducir medidas con esa alusión. Desestiman que haya tal ilegalidad y consideran que de haberla no es en un número de casos apreciable y además consideran que ello no afectaría pensiones pagadas en el pasado, sino las futuras. Wasserman ha hablado de la posibilidad de dejar saneadas deudas pasadas, lo cual se trató en la conversación a puerta cerrada en Palacio la semana pasada. El ex rector también destacó la ilegalidad de que un Presidente de la República entre a ofrecer no desarrollar el tema de la ilegalidad de una pensión como contraprestación para obtener algo. Es evidente que Moncayo y sus colaboradores como Múnera, así como otros profesores políticamente activos, desarrollan sus diferencias políticas con la actual administración, manteniéndose vigentes como una fuerza que aspira a recuperar el control burocrático de la Universidad. Pero también se decantan puntos ciertos de convergencia entre facciones, hacia una estrategia común por afrontar una preocupación común. A continuación explico mi afirmación refiriéndome a los profesores, ya que en los estudiantes hay mayor heterogeneidad y una agenda mucho más difusa y menos informada.
La generalidad de los profesores de la Universidad (2700 en la sede Bogotá, como dato redondo) no desarrolla una vida gremial demasiado activa. En muchos departamentos hay un quijote (conozco uno en el que de hecho parece al Quijote y así lo apodan, por flaco y barbudo) que ha sido delegado para leer los boletines, enterarse del asunto en las asambleas de las asociaciones y entregar la información masticada al resto. Las dos asociaciones constituidas, son la APUN y el capítulo local de ASPU (Asociación Sindical de Profesores Universitarios). El solo hecho de llamarse sindical hace que una franja importante de docentes, la cual considera el sindicalismo un fenómeno pernicioso, o cuando menos inconveniente, no quiere tener nada que ver con la segunda. Aunque tienen enfoques diferentes y por momento antagónicos, las dos asociaciones tienen canales de comunicación y mecanismos de acción común. El hecho de ser una asociación de alcance nacional hace que ASPU asuma agendas que normalmente no emocionan mucho el interés local. Por supuesto las formas asociadas no son el único escenario de reflexión, organización o expresión de los profesores; pero sí son, a mi modo de ver, depositarias del trabajo realizado por mucho tiempo y referentes obligados de las visiones sobre la Universidad.
Ante una situación como la actual, hechos como el foro convocado por APUN, representan gestos políticos muy precisos. Por un lado se logra romper con el estilo tiránico e irreflexivo de las asambleas reunidas hasta ahora en ese mismo espacio, dando pie a la exposición racional de las posturas o a la puesta en evidencia de la falta de información de algunos de los actores. Por otro se resalta que en medio de la controversia hay posibilidades de tramitar las falsas dicotomías, para atender las cosas pertinentes. Directivos y críticos organizados van estableciendo un lenguaje común y unos mínimos de acuerdo; la leyenda negra sobre el pacto ilegal con el Presidente queda desvirtuada pues se acepta que nada se firmó y lo constatan como testigos y actores presenciales los representantes profesorales. Al clarificarse el estado del trámite de la Ley (aun en corrección de erratas y ajuste de micos provenientes de cualquier filiación política presente en el Congreso, y se sabe que bien demorada en publicarse en gaceta aun después de la sanción presidencial) y estar tan desarrolladas las tesis de una eventual demanda por inconstitucionalidad (cuyo tiempo aun no llega, pues no está sancionada); el razonamiento que dio pie a aceptar los bloqueos y la anormalidad académica como acciones urgentes para generar movilización, palidece y quedan las actividades programadas por los paristas como propias de sus propias agendas individuales o de grupo y más bien disociadas de la bandera que inició esta situación. En concreto, la pasividad de los profesores (especialmente de los que tienen cierto liderazgo y audiencia entre los estudiantes) ante los bloqueos se acaba. Por un lado porque su visión del calendario y el cumplimiento de la programación tiene implicaciones éticas y situaciones referidas al compromiso laboral firmado con la institución; por otro porque una situación como la de ayer deja la información media de los docentes en un horizonte más estable y de menos incertidumbre.
Volviendo al escenario del foro, los funcionarios del gobierno fueron más bien parcos. Se centraron en citar algunos documentos legales y, especialmente Serrano, a citar aspectos más técnicos del tópico financiero y la referencia a las eventuales investigaciones por pensiones ilegales. Los representantes profesorales fueron interrogados acerca del movimiento y sus expectativas, sus respuestas fueron evasivas (o sea políticas) y por momentos diletantes (como la de Acosta, quien en lugar de afrontar lo que se le preguntaba comenzó una impertinente perorata de estilo roblediano, o sea una secuencia fluida de morfemas sin pausa - como una partitura sin silencios - con ramificaciones sinuosas que no vienen al caso y casi no retornan y con afirmaciones conectadas a las malas por la expresión: "que no es otra cosa que...". En 1986, tropecé con un happening de esa tendencia, el llamado MOIR, en el que se decían cosas como: "contra la Expansión Soviética en Afganistán, no más Belisarios"; más o menos esa es la idea).
Moncayo gozó del favor de las multitudes, arrancó aplausos con solo ser mencionado y se presentó como el adalid de la condición especial de la Universidad Nacional, en la cual, a diferencia de muchas territoriales, no se andan nombrando rectores para pensionarlos más caro (me consta, el último que lo intentó fracasó en su propósito). Se dio el lujo de calificar a su sucesor de agente del Uribismo y - a pesar de su vehemencia infalible, incurrió en un par de contradicciones nodales dentro de este debate.
Fue evidente que la asamblea no ha madurado ciertos conceptos básicos por andar ocupada en sus tareas de paro. No se bajan del dogma de que la actual terapia de choque recibida por la Universidad del Atlántico es la receta que espera a la Nacional si el artículo 38 del plan queda legal. Con esa obsesión corcharon a los participantes con la pregunta sobre cuánto se paga de matrícula en las universidades estatales y en la del Atlántico. Cuando un estudiante dio el dato (después que en la tarima se habían dado estimativos sobre la de Antioquia y la del Valle), citó cifras muy similares a las que pagan las otras; por lo que se pone uno a pensar que el duro ajuste (de hasta 500% para los estratos más bajos) no fue tal, repito, si lo que dijo el estudiante es cierto. El micrófono abierto al público no fue aprovechado para la cualificación del debate sino obsesivo con la descalificación política del Rector y el acuerdo misterioso con el Presidente; volviéndose al punto de que todavía el Plan no es Ley. El sector suicida de los trabajadores gastó su turno en pelear por la presunta amenaza de procesos disciplinarios y remató con la banal e innecesariamente arrogante proposición de que el Rector abandone la Comunidad Universitaria. El directivo reclamó respeto a su carrera y sus méritos docentes y cuestionó que un miembro de la comunidad Universitaria pueda arrogarse el derecho de expulsar a otro de ella de esa manera (estoy de acuerdo con él). Un incendiario más tomó el micrófono y José Daniel se aburrió de la gritería reventando el evento.
Finalizo la crónica con la dolorosa constatación del maltrato del cual ha sido objeto el bello Auditorio León de Greiff, hace no mucho renovado en su mobiliario, adecuado a estándares más actuales y siempre orgullo de la Universidad. Los asambleístas fuman, comen en el escenario, dejan basuras, maltratan los asientos y, como lo denuncia la Dirección de Divulgación Cultural, se dañó el ascensor para minusválidos y fueron robados nueve fluxómetros del baño de hombres. Hace mucho tiempo aprendí a las malas que esos "defensores" de lo público en la teoría, con tan poco sentido práctico del respeto por el bien común, son la punta de lanza real de la ofensiva contra la Universidad Pública. Después se los encuentra uno parlamentando a nombre de cualquier otra causa contraria, o respetando sumisos los bienes de la Universidad Privada cuando llevan allá su dinero para posgraduarse. La altanería la exhiben contra lo público y a lo privado muestran mansedumbre.

jueves, mayo 24, 2007

Otra vez de carreras

Me enteré tarde del foro con la Ministra en el León. Espero alcanzar a ver algo, pues supongo que habrá quienes creen que es triunfo y demostración de fortaleza malograr esos escenarios con rechiflas y sin ideas. Hay varias tomas de colegios en curso, con docentes que firmaron asistencia y pusieron a los alumnos a parar (para que no les apliquen la ley sobre no pago del servicio no prestado), sin poner adulto a cargo y sin enseñar cómo se hacen las cosas. FECODE juega a la estupidez y a darles la razón a sus detractores.

Posturas

La Facultad de Ingeniería ha compilado este dossier sobre la discusión de Plan de Desarrollo.

Ite Misa Est

Fui a la consumación del cronograma de marchas. Por cosas de la vida terminé haciéndolo al lado de los estudiantes de la Distrital y constaté que efectivamente no había planes de armar bonche gratuito. Antes de acercarme a la marcha vi de cerca el trancón de uno de sus componentes, que originalmente creí vinculado al SENA, pero era de cierto sector de secundaria de El Polo. En uno y otro grupo predominaban las consignas ricas en la aparición del vocablo puta. El tema de los alumnos de secundaria marchando y parando por los maestros terminará por reventar y en el magisterio no hay gente madura para asumir las conscuencias. En fin, siguiente página, vamos a ver qué quedó de todo esto.

miércoles, mayo 23, 2007

Cito el santo y el milagro

Me acaban de contar mis fuentes del sector de El Lago, que los trabajadores de la privada Fundación Universitaria San Martín se han vinculado al paro mediante el bloqueo del acceso a los edificios, causando gran indignación entre los estudiantes, quienes reclaman por el servicio pagado y no recibido. Vea usted.

Por todo y por todo

Se realiza hoy el paro (cívico) nacional, convocado por el Polo Democrático con las distintas variaciones de su consigna: "Todas las garantías, toda la democracia...". Para la Universidad significa la consumación del orgasmo activista de los agentes de ese partido, dejando con ganas a sus convocados de las últimas semanas, particularmente a los trabajadores, a quienes dejan iniciados y en desamparo. Con seguridad constituirá el pico de asistencia a la asamblea, en esta semana de suspensión de actividades, y el entierro de toda oportunidad de discusión o reflexión en este capítulo que llega a su fin. Vamos a ver cómo sale el balance de un paro que exige "todo y todo y lo demás y todo".

martes, mayo 22, 2007

¡Ajooo! v. 1.01

Lo dije y lo sostengo.

El contenido

Atendiendo a la pregunta de O-lu; el contenido de la protesta en curso tiene varios componentes. Primero los formales y manifiestos.
Varias organizaciones políticas, sindicales y estudiantiles han convocado a paros el 2, 3 y 23 de mayo, citando reivindicaciones relacionadas con la Ley de Transferencias y el Plan Nacional de Desarrollo. Desde que se inició la llamada Descentralización Administrativa en Colombia, acompañada de hitos memorables como la elección popular de alcaldes, luego la de gobernadores y la existencia de una matriz de transferencia que establece la proporción del presupuesto de localidades y regiones aportado por las mismas y por el la nación; la controversia sobre la prioridad en la asignación de los dineros, por acumulación de necesidades básicas insatisfechas, o por logros en la gestión; sobre la equidad entre lo que se aporta al fisco y lo que se recibe (hay municipios con economías relativamente grandes para su entorno, que no aportan a la nación ni siquiera el sueldo de sus concejales) y sobre el papel de la corrupción local en el mal manejo de los dineros públicos; se ha reeditado año tras año. La agenda del Congreso tenía programado desarrollar las plenarias de ambas leyes para las fechas mencionadas y el lobby correspondiente fue intenso entonces. Este tipo de debates son una oportunidad de oro para ver cómo funciona el poder político en Colombia, cómo negocian los políticos regionales con el gobierno central, cuál es el posicionamiento de las distintas organizaciones sociales a la hora de tratar con el poder formal, cuál es el alcance de las lecturas sobre equilibrio fiscal de los técnicos de la Dirección Nacional de Planeación frente a los poderes reales que se citan en el parlamento, cómo está distribuida la base productiva de la economía nacional en la geografía política,...
Entonces es cuando se habla sobre cómo el Distrito Capital aporta a la economía nacional la mayor tajada y resiente que le toquen su parte en las transferencias; cómo la mayor asignación per cápita la recibe el Departamento que genera noticias de niños muertos de hambre y funcionarios municipales que se roban la bienestarina, sobre de dónde se paga la política electoral. Hace nada el Concejo Distrital aprobó la valorización que no pudieron gestionar ni Peñalosa ni Mockus; la logró ni más ni menos Garzón, con todo y falta de mayorías de su bancada. La administración pública es, entre otras cosas, la oportunidad de los políticos para reproducir su acceso al poder. Las campañas electorales cuestan dinero y las obras públicas son una buena forma de transferir dineros públicos a manos de los financiadores de las mismas. En eso gobiernos y oposiciones hallan una causa común. Por eso cuando se trata de las transferencias, políticos regionales de diferentes tendencias ideológicas, juegan también a preservar el favor de las burocracias locales, incluidas las de educación y salud, mirando cómo se fondean sus sectores, manteniendo su lugar en el juego político.
En el caso del Plan, existía en la ponencia un artículo que delegaba en las universidades estatales el cubrimiento total del pasivo pensional. Desde que se puso en vigencia la Ley 100 de 1993, se mantuvo un estatus especial pero frágil para instituciones estatales como las universidades. Aunque la postura de diferentes administraciones universitarias ha sido la de exigir, a veces mediante recursos legales ante altas cortes, que sea este pasivo cubierto totalmente por el Estado, es decir, por aporte nacional; actualmente se vive una condición de concurrencia, o sea de participación conjunta de Estado y rentas propias de la Universidad. El lobby de los rectores llevó a poner en el artículo concurrencia y están todavía pendientes la sanción y la reglamentación, así como no se descarta una eventual demanda de inconstitucionalidad. La semana pasada se entabló una negociación directa entre rectores y presidente, llegando a un acuerdo de proporción de pago que, según el Rector, resulta un alivio ante la amenaza de incluir un pasivo tan grande (casi 3 billones de pesos, según un cálculo actuarial) a su contabilidad. Una crítica frontal de un sector docente políticamente distanciado de la actual administración se puede leer aquí.
El paro universitario también incluyó una reivindicación relacionada con lo que llaman crisis humanitaria en las universidades, reclamando por casos de DH que han comprometido a activistas universitarios en los últimos meses y por conductas de medios de prensa consideradas señalamiento, así como presuntos proyectos de tratar los campus de las universidades estatales como zonas de orden público. En otros paros, sindicales o estudiantiles, el tema de la criminalización de la protesta social se ha asumido mediante compromisos de seguimientos de los casos concretos por comisiones patrocinadas por el Ministerio del Interior. Existe una postura de algunos colectivos estudiantiles obsesionada con calificar como represión y criminalización a cualquier caso que involucre acción judicial contra manifestantes. Personalmente creo que ese tipo de postura empantana la posibilidad de avanzar y además permite a su contraparte descalificar la denuncia. El otro vacío tiene que ver con el sesgo de la denuncia, pues exceptúa a las amenazas contra la libre expresión y participación política de los universitarios, por parte de expresiones armadas irregulares cuya adscripción ideológica sume a estos denunciantes en una inane pacatería y les anula el sentido crítico.
Hasta aquí las reivindicaciones formales.
De las otras se puede decir que existen las subjetivas, las del participante que no entendió todo el lío y sólo se quedó con la conjetura (pretenden subir 300% las matrículas), quienes no dedican un milisegundo a leer un proyecto de ley, un análisis macroeconómico, ni se preguntan como se produce el dinero, pero cumplen con la agenda política de su organización o tendencia, no desaprovechando ocasión para descalificar al gobierno o al Estado y estando al lado de las masas, mientras todavía son masas. Están las de grupos de interés ya existentes, que esperan que la multitud convocada escuche sus puntos. En eso están usuarios de las residencias universitarias, de otros servicios de bienestar, reivindicaciones en remojo como las de los que insisten en que el hato didáctico no sea sacado de la Ciudad Universitaria, militantes contra la acción de la vigilancia de la Universidad y los contratistas de seguridad, activistas contra el TLC y toda suerte de facciones de inspiración religiosa o política. A estos espacios llegan también viejos activistas que quieren llamar la atención sobre la seguridad agroalimentaria y no falta el ciudadano que siente que es el momento de denunciar que el Fondo Nacional del Ahorro maltrata a sus usuarios.
Están también las agendas de los docentes, más racionales y más ocultas, mirando cómo la anormalidad y la conmoción los posicionan mejor para arrancar a la administración viejos reclamos. También los trabajadores, el eslabón más débil. Con cada vez más precarias condiciones de estabilidad, profundos vacíos en su organización gremial y dificultades para participar del paro. Estos últimos son los que más fuertes temores abrigan ante la posibilidad de que un desbalance tan duro como el denunciado, los sacrifique a ellos como principal medida de contingencia.
Por encima de todo esto, las izquierdas, principalmente el Polo Democrático, se juegan con el paro del 23 la posibilidad e tener un protagonismo como fuerza principal de oposición, con miras a las elecciones locales del próximo semestre. En cualquier lugar del mundo, que la oposición arrebate poder local al gobierno es visto como un hecho político muy relevante. Este mismo paro ha sido convocado con consignas acuñadas en el seno de esa organización (todos los...,todas las...). En general pienso que cala mucho en la mayoría de los participantes el hecho de que se participa en una propuesta con intenciones pacíficas y por una reivindicación propia, el presupuesto de la Universidad. Hace falta autocrítica ante la convocatoria por la fuerza y los intentos de cualificación del debate, de formación sobre los temas implicados, han sido opacados por los cronogramas de tareas y la urgencia de propaganda y enchuspe (reclutamiento, alude a la palabra quechua chuspa, que significa bolsa) de diferentes grupos. Además a la mayoría la convoca la acción, la actividad; eso de leer sobre leyes, aprender economía, discutir políticas o lecturas de país, no seduce...
Mañana sigo, voy por noticias a la Universidad, precisamente.

lunes, mayo 21, 2007

¿Qué sigue?

Hoy El Tiempo saca una nota superficial acerca de la reciente efervescencia de paros y marchas estudiantiles en Colombia. Hasta el momento he comentado un par de cosas al respecto. Un reclamo procedimental contra la práctica de condicionar con obstáculos físicos la incorporación a una condición de cese de actividades, un testimonio visual del hecho, una mofa a la cantinflesca presentación de uno de los profesores encargados de aportar al "nivel" de la discusión y un diálogo ficticio (alimentado de lugarcomunes reales) a manera de catarsis a propósito de ciertas conversaciones que me ha tocado tener. También he colgado comentarios en El Pasquín, en Equinoxio, en uno de los blogs de la asamblea, en el de Alejandro Gaviria, en el de Lanark y en el foro de Laneros.com.
Respecto a lo de El Tiempo, hay que ver la ausencia de referentes en el tiempo acerca de los fenómenos comentados. Anacronismos (la matazón de profesores y estudiantes de la Universidad de Antioquia en los ochentas, como ocurrida después de la caída del muro de Berlín), análisis amañados y tergiversaciones (hablan de las puertas cerradas de la Universidad Nacional, cosa que no es cierta, salvo en aquellos edificios bloqueados por los paristas). Pero bueno, ya comenté en esos sitios, ahora comienzo a exponer mipostura aquí.
Primero que todo, la materialización de este paro de gran alcance tienes dos componentes principales. El primero es que la institución como tal está preocupada por el riesgo presupuestal y por eso no confronta al movimiento parista, el cual tiene que ser su aliado natural en las gestiones de lobby y los procedimientos judiciales contra el plan de desarrollo. El segundo es la utilización del largamente cuestionado procedimiento de los bloqueos físicos, como forma preferida para convocar asambleas o impedir la realización de actividades laborales y académicas. Parte de lo novedoso es el uso desmedido de pupitres y otros muebles frágiles para tal fin; eso antes no se hacía. Sí vi en el pasado paros "apretados" mediante el encadenamiento de puertas o con troncos o escombros atravesados. Ya es bien poco legítimo algo que se hace ocurrir tan a la fuerza, pero esa conformidad moral con el acto destructivo, como si fuera genial, necesario, inevitable y loable; nos distancia a mí y a muchos de la posibilidad de dialogar respetuosamente con los líderes de esta situación, sí que menos con quienes esperan a ser liderados y no se preocupan por preparar una discusión.
Lo otro es el vector del cumplimiento de un cronograma de protestas, convocado por instancias partidarias y con intereses mucho más mundanos que el futuro de la Universidad. Es legítimo que la oposición política entre a hablar de los temas de interés nacional y que tenga interlocución también con la Academia. Pero utilizar la preocupación de la comunidad para provecho de sus pretensiones electorales vulnera algo que ha sido caro y difícil de lograr, la autonomía de la Universidad, su carácter crítico y no confesional. De hecho el cronograma legislativo, el de la sanción presidencial y los tiempos del tramite judicial de las demandas de inconstitucionalidad nada tienen que ver con esas fechas, las cuales sin embargo se imponen como si su no cumplimiento representara la caída al abismo. Por otro lado, la Academia merece respeto. Los oradores de la CUT, las facciones del Polo y otros que han asomado allí llegan con consignas, tremendismos, difamación (un "profesor" cuestionaba las posiciones que Gustavo Petro ha expuesto contra las Farc en foros internacionales, inventando palabras que no fueron mencionadas por él y desvergonzadamente tornaba su perorata sobre el régimen narcoparamilitar y mafioso en una apología a la combinación de las formas de lucha, arrancando menos aplausos cuanto más pelaba el cobre).
No tengo militancia ni agenda política por la cual responder en estos momentos. Paradójicamente he desarrollado más mi participación política en este mundillo de los blogs que en mis escarceos del medio universitario. Eso me da cierta flexibilidad de cuestionar más equilibrado a unos y otros, sin renunciar a proponer. Como no propongo el color de la camiseta, ni siglas, ni cartillas, me puedo centrar en proponer perspectivas de análisis y concertar conductas. Me molesta que los políticos vean a la juventud universitaria como fuente de muchachas en jean y camiseta para subir en la bandeja de una camioneta a gritar el nombre de un candidato. El correlato de esta práctica es generar tumultos en el auditorio o en las marchas, para que solo abucheen, aplaudan o griten consignas. Si algo teníamos de valioso y antipático en la Nacional era la manía de hacer preguntas incómodas, de ser pilos y críticos. Hubo también asomos de brutalidad, de pretensión de fuerza para intimidar al contradictor. Pero la historia nos demostró hace rato que el monopolio de la atrocidad y la camorra está más por los lados de quienes detentan el poder (incluido el paraestado insurgente). Por eso mi postura crítica ante el movimiento, su asamblea triestamentaria, sus supuestos apoyos en los aparatos de izquierdas y en general ante los vicios discursivos que promueve en la Universidad. En ese sentido desarrollo a partir de hoy una exposición más formal y directa de mi postura.

¡Ajooo!

Al escuchar el audio colgado por Semana me siento la mosca en la pared oyendo algo que no es asunto mío, no quiero saber tanto acerca del lenguaje familiar de los Araújo Cajtro. Tampoco estoy para rasgarme las vestiduras por su forma tan baladí de concebir las relaciones exteriores; he leído transcripciones de Kissinger diciendo barbaridades peores y eso no le quita al tipo su relevancia como diplomático estrella (y genocida irredento). De todos modos se insinúa una vieja sospecha que tuve cuando vi a la cancillera danzando con Chávez. Pensé entonces, Uribe asumió que al médium de Bolívar hay que hablarle en caribeño. "No me vaj tú a amenazar porque tú conmigo pierdej el año, ¿vijtes?". Con razón el reemplazo también vino de ese litoral y queda bajo la manga Moreno de Caro, costeño también, con las patas bien pintá y que no cree ni en Watusi.
También hace una remembranza de chuzadas famosas. Faltan por supuesto las utilizadas por Pablo Victoria contra Horacio Serpa cuando era Ministro del Interior, en un pintoresco debate que incluyó la presunta prueba del romance entre una secretaria privada del Ministro y un comandante guerrillero (a lo cual el político santandereano contestó diciendo: "Senador, usted sí es muy chismoso..."). El comentario estrella de la denuncia del hoy quemado y olvidado congresista era el de cierto cura jesuita, director de una ONG, quien decía de la gobernadora del Caquetá que era una "facha hijueputa".

domingo, mayo 20, 2007

Veinte años

Hace veinte años, para estas fechas, estuve de viaje (y qué recuerdos aquellos). Más o menos entonces comenzó lo que parecía ser la gran reivindicación de la esquina más horrenda de la arquitectura bogotana. En la esquina suroccidental de la avenida 30 con calle 13, se levanta el edificio del banco cafetero, una caja gris con falsas ventanas (vale decir, sin ventanas). En mayo de 1987 comenzaron a quitarle los vidrios cuadrados de la cara oriental, para reemplazar esa fachada por vulgar pañete. La ilusión de que por fin cambiaran esa porquería me mantuvo con una sonrisa cada día que pasé hasta que se consumara la decepción. Ahora que hay puente vehicular uno puede ver el botadero de cajas fuertes en el patio trasero de ese esperpento. Esa es la zona del antiguo matadero distrital y de las unidades de detención provisional (a donde lo pueden llevar a uno por "alto estado de excitación" para soltarlo a las dos de la mañana muerto del susto, menos mal soy frío e inconmovible). Cerca de allí le raponearon el Rollex a un personaje de la farándula televisiva y pusieron una de las primeras cámaras de vigilancia, ennegrecida por la polución. Había también un centro médico del Seguro Social (al nororiente), en el cual los médicos solían curar a las malas la llaga en la pierna de un mendigo, quien luego se la destapaba, pues era su fuente de sustento.
Antes de ponerle puente a ese cruce, de ahí a la 45 eran veinte minutos en bus, hoy son menos de diez y en Transmilenio cinco. No muy lejos tampoco, algo más de diez cuadras arriba, vine yo al mundo. En la misma clínica donde nacieron muchos de mis conocidos y cerca de los parqueaderos de las empresas de transportes, desde donde uno viajaba antes de que pusieran el terminal, el cual era novedad hace veinte años. Cuando la sacada en masa de los ñeros de El Cartucho y su ubicación temporal en el viejo matadero; el comercio de la zona bloqueó vías y los rechazó, aunque la arremetida contra los ladrillos y la ornamentación del edificio abandonado movió más la voluntad de la administración distrital que los reclamos de los comerciantes. Son varias edificaciones inconfundibles de la época que hoy, con su abandono o cambio de uso, dan cuenta de sucesos. La del Seguro, un poco más al norte la sede de Nepomuceno Cartagena e Hijos, los espacios de los antiguos locales de plásticos y químicos, trasladados después de lo de Transmilenio, Alkosto y Carrefour (este último donde quedaba un gran depósito de partes CKD para la planta de Mazda). Alguna vez, cuando trabajé cerca a la planta de Grasco, caminé mucho por esos lares, merendé en los puntos de venta de fábrica de los vendedores de pan empaquetado, recibí degustaciones de vino de manzana y me salí de ahí también corriendo. Ya casi no tengo a qué asomar por ahí, aunque a veces lo hago de manera subterránea. Eso es algo que también cambió.

martes, mayo 15, 2007

Esta mentada

- Compañera, en el quirófano no se fuma.
- Eso es lo que nos quieren imponer con la lógica de la productividad y porque quieren que seamos una mercancía con registro sanitario y fecha de vencimiento.
- Gracias por concientizarme pero no le eche la ceniza al hígado del man, que él no es parte deliberante en esto.
- Pero qué, en últimas la posición del man también es política.
- Digamos que sí, pero sumercé tiene esa cosa del albedrío y es la que está actuando; se supone que es responsable.
- Eso es una moral ahí toda cula.
- ¿Qué parte del cuerpo le sirve como calificativo para aceptar alguna moral? Parece que hígada no es.
- Qué va, yo hago lo que se me da la gana.
- Lo mismo decía Pablo el envigadeño, pero creo que ya no lo hace.
- Qué, mire, además más caspa ese man que cierra hospitales.
- O no les pone ceniceros en el instrumental.
- Ábrase, que usted no es mi papá, además yo por lo menos me estoy moviendo.
- Slow down, Shakis, que el piano no es para revolcarse, eso hasta Marilyn lo sabía.
- ¿O qué propone?
- Un día de estos le digo...

sábado, mayo 12, 2007

... de El Banco, viejo Puerto...

Hoy ha fallecido José Barros. Estoy de luto.

Cuaaaal bocooooón

Además de la caricatura de Pepón, el idiotorial de El Tiempo descargó contra México su chauvinista escozor a raíz de las provocaciones de Vallejo. Esto consiguieron.

viernes, mayo 11, 2007

Termópilas brotando

Ya letras más leídas han tratado acerca de la "laicidad frente a la religión civil". No hay gran cosa qué agregar. Hoy los columnistas se agitan por el más reciente show de Fernando Vallejo y el caricaturista Pepón saca su más tradicional y prejuicida cizaña. En la viñeta de hoy, este último representa a la patria con su pijama blanca y su gorrito frigio, depreciada por el escritor (en ademán de "mano partida"), quien toma el brazo de un charro con revólveres y bigote. La homofobia del clásico editorialista de El Tiempo no sorprende; sus caracterizaciones de quien le cae mal incluyen dientes desordenados o exageraciones de facciones desencajadas, mientras la gente de bien siempre es asaltada por sorpresa hasta por el vuelo de una mosca. Lo cierto es que, por descalificar unas irrelevantes frases del provocador de marras, la agarran a prejuicios contra México, no solo defendiendo la entelequia patriota tatando de llamar peores a otros, sino incurriendo en estereotipos ya no provocadores sino lánguidos. Como en el chiste de cuaaaal bocoooooón.

Las automáticas

Mi primer aporte a la red de redes fue una página ya desaparecida por una inconclusa remodelación de quien me la recibió. Como comprometía posturas colectivas y dependía también de mi estado de ánimo, su renovación era lenta. La tenía colgada en geocities y a veces miraba las estadísticas de visitas, para atormentarme con la futilidad de mi empresa. Casi siempre el enlace se divulgaba mediante algún medio impreso y era muy común todavía que el destinatario de su contenido posara de resistente por no saber nada de internet. En fin, en unos tres años posiblemente nunca completó cien visitas diferentes a las mías como diseñador, en un tiempo en el cual impactar en los hallazgos de los buscadores no era tan simple como publicar en blogger (y tampoco creo que nos buscaran de a mucho). A este blog y a mi ciudadanía bloguera les he dedicado muchos más textos, un poco más libre para opinar, y con mayor recepción, lejos de lo que alguna vez soñé que podría lograr con el otro proyecto.
Famosos blogueros colombianos han dedicado entradas al origen de los "hits", destacando lo pintorescos o sin sentido aparente que resultan algunos. Las visitas automáticas, las que le regala a uno el google a punta de asociar vocablos presentes en el blog de uno dentro de los contextos menos pertinentes, suelen ser frustraciones para el usuario del oráculo de la Internet. Aquí semanalmente (según me cuenta Bravenet, el cual tampoco las detecta todas) entra alguien buscando algo sobre desechos y no deja de darme cargo de conciencia no haber posteado nunca algo útil sobre temas sanitarios que también son de mi interés. Las últimas dos semanas ingresé entradas a este sitio como nunca antes lo había hecho, ya vuelvo al ritmo normal. Tal vez por eso (una fuente de visitas automáticas es la barra, la cual envía al azar a blogs recientemente actualizados) subieron las visitas; también pudo ser por enlaces que hay hacia aquí en otros espacios; pero realmente llegué a un pico histórico por una situación bastante singular.
Hace unas semanas escribí una entrada sobre Gustavo Petro y, desde el reciente debate del Congreso y la agitación generalizada acerca de este personaje, es común que la mitad de las visitas que me reporta el contador aludan a búsquedas sobre Petro y su pasado. El ranking de sociedad en la sección colombiana de Blogalaxia me lo confirma. Era esperable que al ser focalizada sobre él la atención de quienes defienden a ultranza la santidad del presidente y su infalibilidad, exista un frenesí para descalificarlo. Ya en Indymedia Colombia hay una incursión sistemática para repetir un mensaje al respecto. Las noticias alrededor del congresista no cesan y la recurrencia a su figura para macartizar contra la oposición persiste. Interesante.

miércoles, mayo 09, 2007

Golpe con golpe...

Cincuenta años han pasado del triunfo del movimiento que derrocó el gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla, uno de esos paros empresariales, hechos con el visto bueno de la alta sociedad y con el aplaudido concurso de los estudiantes de la época. Las que otrora fueran las residencias de empleados, luego las de casados y ahora el único conjunto de dormitorios estudiantiles en uso de la sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia; llevan por nombre 10 de Mayo. La agitada carrera política de nuestro sustituto de dictador militar populista es un caso extremo de algunas de nuestras más vergonzosas idiosincracias en esas cosas. El militar anticomunista, el benefactor de los humildes, el tercero en disputa ante el último intento de ganársela al Frente Nacional, el chafarote de diversos incidentes de brutalidad, el tipo del busto en la Rojas con 68... Es sabido qué pasa después de que tantos obreros hacen huelga obedeciendo a sus patronos y cómo les va después a los bultos de ocasión; pero con todo vale como movimiento cívico y capítulo memorable de nuestra loca historia.
Conspiración discreta:
A propósito de la conmoción en curso por los lados de la Universidad, hoy escuché a un viejo intelectual de cierto extinto movimiento cuyo nombre evocaba cierta frase de Supermán; denunciar todas las maniobras y planes megascópicos que se ocultan detrás de las acciones de los casi iletrados legisladores. Llamaba a las pedagogías intensivas de la reforma del 90 "fetichización de la máquina", denunciaba los estándares como imposición del maléfico mercado (ni pa que le gasto a recomendarle al tipo que pida a los tocayos de su apellido que le pasen el textico de Ken Alder, sobre el origen y el valor de ese simpático legado de los franceses en medio de su afamada revolución) y advertía sobre la pretensión de imponer a la educación "indicadores cuánticos" (sic). Y eso que es la etapa en la cual el movimiento busca mejoras cualitativas en su gesta hasta ahora centrada en lo otro.

lunes, mayo 07, 2007

Para la foto

En mi última visita a la Feria del Libro compré menos tomos de los que permitía mi presupuesto por un ataque de sensatez práctica. En general mis libros son mis ángeles y mis demonios y no los compro por metros ni para balancear colores en mis anaqueles. Una novela, una antología poética de Pessoa en edición bilingüe, una edición de El Banquero Anarquista con un par de adicionales, un librito de electromagnetismo y un antiguo recetario de hechicería. Ayer regalaron un pocotón de libros en el estadio para lograr una foto y rematar un embeleco como simpático pero particularmente paradójico, la memoria de la declaración de Bogotá como "capital mundial del libro".
No se cumplieron los vaticinios malalechosos que algunos hicimos sobre la suerte del regalo. Mis ojos ya han presenciado el triunfo rampante de la anomia en varias ocasiones y me conduelo de ver morir violentamente un libro. A lo más me parece aceptable con el reciclado de los directorios telefónicos o casos así. Uno extremo que vi no fue causado por una multitud, sino por una víctima de un despecho. Las mesnadas de hormonas y dolores convergieron en ese crudo sacrificio de una colección personal de cierto autor (con ediciones de Siruela para arriba). Todavía me estremece y me intimida esa monstruosa escena.
Ahora seguiré con la lectura del primer clásico de mi interés que me encuentro en el sitio de libros de google. Como es de Conrad, ando colgado en mi léxico naviero en inglés, pero está deliciosa la experiencia, aunque responde al desarrollo de un momento espiritual algo macabro.

domingo, mayo 06, 2007

Fuera de serie

Algo así no puede pasar desapercibido.

viernes, mayo 04, 2007

Procurador diciente

En la edición impresa de hoy de El Tiempo, se les va un gazapo con la conjugación del verbo disentir, ya corregido en la versión web. Hay faltas a la ortografía con consecuencias semánticas notorias, como en el caso de los operadores de la censura en ese mismo diario. Seré muy petulante al respecto y por supuesto también me pifio de vez en cuando, además de tener mis deslices mecanográficos; pero en general releo lo que redacto y no me fío de correctores automáticos de texto. Alguna vez a una gente le dio por correr automáticamente uno de esos y decirle que sí a todo. El Word les fue cambiando creativamente por cretinamente y multicopiaron sin percatarse. No he sido ni seré partidario de la eliminación de la ortografía, aunque acepto obediente los cambios que la RAE vaya proponiendo. Por un lado porque sé que la buena escritura va ligada a los hábitos de lectura, en cantidad y en calidad, que uno tiene y por otro porque es parte del gozo por la lengua materna y su estética particular.

miércoles, mayo 02, 2007

La persuasión

La indefensa de la Universidad Pública y sus desalmados defensores.


La luz

Daniel Samper Pizano reclamó un poco salido de tono por la advertencia de la no compensación de las pérdidas causadas por el apagón del jueves pasado. Sobre equipos dañados hay formas de reclamar, es cuestión de hacer bien la vuelta. Hay una interesante versión del asunto, casi una respuesta, aparecida esta noche en la versión web de El Tiempo. Yo creo que sí hay responsabilidades y tiene que haber consecuencias, pero tampoco como para trivializar la complejidad de la operación en condiciones tan inestables como las colombianas.

Intimismo

Te invito, a partir de una exposición de afán con muchas colas sueltas e inconsistencias, a que estés esta tarde justo cerca de donde hay un lobby. A que parezca que surgió de nuestra discusión y consenso, a que parezca verosímil y razonable algo que tuvo que ser forzado atravesando muebles a las entradas de los salones (para ni así conseguir audiencia) y cuyos plazos casualmente se vencen hoy. Puedes hacerme caso o ser tratado como enemigo, como monolito indolente, y no tengo tiempo para resolver tus preguntas.

martes, mayo 01, 2007

Inadmitible

Me entero, por la bloguera virtual Cecilia, del reciente escándalo en el MIT. Me entero también de la discusión acerca de la postura de la protagonista en materia de los requerimientos de admisión, más allá (hasta donde se puede) de las faltas a la verdad consignadas en su resume. Hace no mucho cayó un magistrado panameño por falsificar su título de abogado. En licitaciones, solicitudes de crédito, concursos, etc. el tema de la credibilidad de la información consignada en formularios y en la documentación de soporte es algo supremamente estresante y dispendioso. Los bajísimos niveles de confianza mutua que nos gastamos los colombianos acerca de la buena fe de nuestros compatriotas, hacen de la economía colombiana una tortuga en reversa; como le discutía yo a un abogado de jurídica de un famoso banco. El tipo defendía las demoras propias de despacho de las solicitudes de crédito sustentado en la alta tasa de falsificaciones y exageraciones. La misma cuenta de los billetes por parte de cualquier cajero está jalonada por la amenaza del billete falso. Antes, la Universidad Nacional tomaba una muestra aleatoria de las huellas de los aspirantes admitidos para confirmar su identidad con la Registraduría, hoy el cotejo es universal y todos los semestres están saliendo casos de suplantación, con gravedad penal (y lo que haya avanzado el implicado en la carrera no tiene validez).
Pienso en quienes recomiendan inflar las hojas de vida, en quienes tratan de avergonzarlo a uno por concreto y pertinente, en quienes creen que una andanada de supuestas experiencias en los más disímiles campos; solo para que el entrevistador se tiente a preguntarles: ¿usted sí fue alguna vez al baño en todo ese tiempo?