De nuevo suscribo la postura de una columna de Luis Noé Ochoa.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
Me adhiero también a la columna, esos son los padres de nuestra patria, parece que fueramos huerfanos politicos. Comentandole lo de los taxistas... si ve que a alguien si le funciona el bloqueo? algo para meditar, aunque ayer amanecio otro taxista muerto esperemos a ver que pasa con esta problematica. La inseguridad se a tomado a Bogota, ya casi en mi barrio no se puede salir de noche, ojala Lucho Garzon haga algo con respecto a este tema, porque si ha estado muy flojo en ese sentido.
La verdad no me apresuro a dictaminar que funcionó. El bloqueo de los taxistas presionó a la autoridad local a atender la crisis generada por este, negociando por un lado y reprimiendo por otro. Para todos es claro que se ofrecieron unas medidas de emergencia a todas luces insuficientes. La forma estándar de afrontar estas cosas suele ser por medios brutales. La policía no da abasto para prevenir, pero puede hacer un infierno temporal las zonas de apoyo a las bandas más descaradas (incluso recurriendo a la deplorable limpieza social o el homicidio selectivo de cabezas), reduciendo el delito por temporadas largas, hasta que espontáneamente vuelva a crecer. Eso es bien enredado. La comparación con los bloqueos de la Universidad tiene varios puntos débiles. Uno es que los taxistas en patota funcionan como una mafia, tienen movilidad y sistemas de comunicaciones (y si se pasaran de tiempo usando los radios, o aun los celulares, para coordinar los bloqueos, tendrían fuertes líos penales y correrían el riesgo de perder las licencias del Ministerio de Comunicaciones). La fuerza se puede usar cuando se tiene (la moralidad de usarla es otro tema y la tolerancia de los mansos se acaba normalmente de manera explosiva). Lo que pasó en la Universidad afectó fundamentalmente a la Universidad y en ningún momento hizo sentir preocupado al gobierno, el cual intervino en los medios con la soberbia de quien tiene el control. Entiendo que la principal justificación para bloquear era impedir exámenes y clases para que hubiera participación en asambleas y marchas; no que el bloqueo mismo le incomodara en la ropa interior al Ministro de Hacienda. Por experiencia sé que esas medidas de fuerza son muestras de debilidad, desespero e incapacidad de convocatoria por medios racionales. Sé también que su supervivencia se agota por soledad; si no hay sustento inteligente llevan inequívocamente a derrotas.
estoy de acuerdo con su planteamiento, la seguridad es una materia muy espinosa, y mientras exista corrupcion dentro de la policia las bandas de criminales seguiran impunemente operando, yo decia que lo del bloqueo funciona para llamar la atencion, no decia que con eso iban a dejar de matar taxistas, pero es un comienzo en un pais donde los ciudadanos somos indolentes y solo buscamos nuestro beneficio individual.
3 comentarios:
Me adhiero también a la columna, esos son los padres de nuestra patria, parece que fueramos huerfanos politicos. Comentandole lo de los taxistas... si ve que a alguien si le funciona el bloqueo? algo para meditar, aunque ayer amanecio otro taxista muerto esperemos a ver que pasa con esta problematica. La inseguridad se a tomado a Bogota, ya casi en mi barrio no se puede salir de noche, ojala Lucho Garzon haga algo con respecto a este tema, porque si ha estado muy flojo en ese sentido.
La verdad no me apresuro a dictaminar que funcionó. El bloqueo de los taxistas presionó a la autoridad local a atender la crisis generada por este, negociando por un lado y reprimiendo por otro. Para todos es claro que se ofrecieron unas medidas de emergencia a todas luces insuficientes. La forma estándar de afrontar estas cosas suele ser por medios brutales. La policía no da abasto para prevenir, pero puede hacer un infierno temporal las zonas de apoyo a las bandas más descaradas (incluso recurriendo a la deplorable limpieza social o el homicidio selectivo de cabezas), reduciendo el delito por temporadas largas, hasta que espontáneamente vuelva a crecer. Eso es bien enredado.
La comparación con los bloqueos de la Universidad tiene varios puntos débiles. Uno es que los taxistas en patota funcionan como una mafia, tienen movilidad y sistemas de comunicaciones (y si se pasaran de tiempo usando los radios, o aun los celulares, para coordinar los bloqueos, tendrían fuertes líos penales y correrían el riesgo de perder las licencias del Ministerio de Comunicaciones). La fuerza se puede usar cuando se tiene (la moralidad de usarla es otro tema y la tolerancia de los mansos se acaba normalmente de manera explosiva). Lo que pasó en la Universidad afectó fundamentalmente a la Universidad y en ningún momento hizo sentir preocupado al gobierno, el cual intervino en los medios con la soberbia de quien tiene el control. Entiendo que la principal justificación para bloquear era impedir exámenes y clases para que hubiera participación en asambleas y marchas; no que el bloqueo mismo le incomodara en la ropa interior al Ministro de Hacienda. Por experiencia sé que esas medidas de fuerza son muestras de debilidad, desespero e incapacidad de convocatoria por medios racionales. Sé también que su supervivencia se agota por soledad; si no hay sustento inteligente llevan inequívocamente a derrotas.
estoy de acuerdo con su planteamiento, la seguridad es una materia muy espinosa, y mientras exista corrupcion dentro de la policia las bandas de criminales seguiran impunemente operando, yo decia que lo del bloqueo funciona para llamar la atencion, no decia que con eso iban a dejar de matar taxistas, pero es un comienzo en un pais donde los ciudadanos somos indolentes y solo buscamos nuestro beneficio individual.
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