miércoles, julio 26, 2006

Monólogos de la Virginia

Anoche fabulaba un código en Matlab, cuando me llamaron para que viera el hit televisivo de la semana: el sincopado relato de Virginia Vallejo acerca de sus andanzas con Pablo Escobar Gaviria y de sus razones para señalar a Alberto Santofimio Botero como autor intelectual del homicidio de Luis Carlos Galán Sarmiento. La verdad, lo vi por pedacitos y casi al final, porque estaba más o menos en lo mío; pero no dejó de impactar el ritmo errabundo de su dicho, cierta gesticulación adormilada y el vacío profundo de su floja defensa ante la pregunta obvia de cualquier espectador: ¿no es delito no haber denunciado todas esas cosas en su momento, preferiblemente antes de consumados los delitos? (Rta: esas vainas prescriben).
El canal que transmitió el monólogo presentó en su programa de variedades, el fin de semana pasado, la representación de una entrevista a su principal presentadora de chismes de farándula, debido a que fue compañera de trabajo de Vallejo y aprovechando que por primera vez en muchos años se podía volver a hablar de ella, gracias a la 'suficiente ilustración' que trajo la noticia de su testimonio en el proceso de Botero; a través de notas, imágenes de archivo y evocaciones del legendario aspecto de sus piernas. El formato de la declaración unilateral, sin preguntas, sin incomodidades, deja un sabor propagandero, o por lo menos la sensación de negación del ejercicio de la crítica. De todos modos, también se presta para que la credibilidad de la denunciante quede en entredicho, pues sus gestos e indecisiones saltan a la vista. La lánguida tragedia de una Milady sin dientes, sin embrujo sobre su amante - el pobre Pablo - manipulado por mi doctor Santomafio y llevado por este a la perdición, mas no por las artes horizontales ni el poder de la belleza.
La forma estrafalaria como el sitio web del Canal RCN presenta su éxito, acompañando una transcripción que parece rebuznada a cuatro manos por los mismísimos Jorge Alfredo Vargas y Claudia Gurisatti (transcribiendo ay como "ahí" y diciendo que Perú cogió a Abimael Guzmán y 'votó' la llave) con una narración en negrita llena de arabescos y figuras más propias de un capítulo radial de Kaliman o alguna novela mexicana, que de un documento de interés periodístico sobre hechos delictivos que tuvieron impacto en este país. Una periodistada más para lamentar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Virginia Vallejo hace la historia y por tanto el periodismo de nuestro pais, lamentable. un saludo

Julián Ortega Martínez dijo...

Buena entrada. Puro amarillismo el del canal del régimen.