jueves, octubre 11, 2007

Agenda

Caminaba hoy por el campus antes de anunciarse el desalojo y noté que los tropeleros de hoy traían a cuento también la imagen de Jaime Pardo Leal (además de la sigla inversa de la camiseta de la URSS y la dichosa efigie del militar que justificaba el reclutamiento a la fuerza de esclavos negros con la frase "no hay mejor manera de alcanzar la libertad que luchar por ella"). Sí, veinte años atrás fue asesinado el dirigente político de la Unión Patriótica, titular entonces del récord electoral de una tercera fuerza aspirante a la presidencia. La batalla campal que siguió a su entierro estuvo a punto de tornarse en un nuevo Bogotazo, reprimido por la providencia climatológica con chorros de agua.
De alguna manera tiene que ser loable que lo mencionen en medio de tanto olvido. Evidentemente las banderas de la UP que ondearon en su parada previa, al lado de la sigla del partido seudoclandestino y el 'movimiento' llamado a quemarse para inducir la clandestinidad del anterior; constituyen una declaración de insistencia en el reencauchado mito fundacional de la violencia fariana. El genocidio contra las expresiones no armadas se vuelve el certificado que autoriza a reeditar y escalar los desmanes. En varias paredes de la Universidad se transcribieron nombres de asesinados antiguos y recientes que justifican la perpetuidad de la insurrección. Un viejo recurso retórico de voceros de expresiones cercanas al PC, cuando eran increpados como 'mamertos' (moderados) por otras tendencias, era inventariar los muertos de su club, como prueba de consecuencia y entrega, con más derecho a llamarse 'mamuertos'. La muerte se sigue invocando como generadora de razón y acierto. Más allá del: "If you live each day as if it was your last, someday you'll most certainly be right" viene el: "tenía razón porque lo mataron".
Dos posturas lacónicas alternas a esa necrosublimación. Álvaro Leyva: "Si me matan no les vuelvo a hablar"; Eduardo Umaña Mendoza: "En este país si a uno no lo matan por algo terminan matándolo por nada". Hace unos años (1995) una gente pintaba una efigie de José Martí (con un efecto de perspectiva que les quedó como la greña canosa de Einstein) celebrando cien años del pensamiento martiano; yo les pregunté si fue que el tipo empezó a pensar después de muerto. Claro, los muertos no solo no muerden sino que no cambian de opinión ni rectifican a sus exégetas. Más de la mitad de las arrugas que tenía Darwin cuando viejito se las sacó desmintiendo a los darwinistas, Marx no comulgó con los marxistas y con seguridad - si le hubieran dado juego para escoger - Jesucristo no hubiera sido cristiano.
En fin, una empresa de muerte y sacrificio, que utiliza las propias pérdidas como fuente de legitimación y excusa, impone unas reglas de juego cargadas a favor de su arbitrariedad. Las falencias normales en mercadeo por parte de los responsables de la institucionalidad de la protesta afloraron esta semana como la fatalidad ya lo había dictado. Tras semanas de no atender las señales de la política interna del país ni de hechos externos que bien valen campañas de denuncia y solidaridad (la represión en Birmania, las revelaciones sobre Irak); para echarse encima la consuetudinaria obligación del tropel (pleno de costos, nulo en beneficios) por responder a une efeméride trillada y a un cronograma proyectado desde antes (marchas campesinas). Cuando deberían estar dándose el festín del año con la papaya que ha dado el gobierno esta semana y las recientes, con el partido de la U y su 'novedosa' idea de la segunda reelección.
A propósito, este asunto de Tasmania es la clase de pifia gubernamental que lo hace sentir a uno asfixiado entre el par de monólogos simultáneos de quienes llaman uribistas a quienes critican a las Farc y quienes rotulan como de las Farc a quienes no reconocen la divinidad ni la inmaculada concepción de Uribe. Nada más el 'comandante Ternura' saliendo con vainas como esta:

Que sea un motivo para anotar que la alusión a Restrepo no aparece en la edición virtual de El Tiempo y que en la versión impresa real, la de papel que llega todos los días a mi humilde rancho, dice:
Restrepo explicó que en ese momento pensó como siquiatra y consideró que el comportamiento de 'René' era como de paranoico. Por eso, dijo, no le informó a Uribe.
El Tiempo, jueves 11 de octubre de 2007, página 1-4.

Para rematarla, la columna de Fernando Londoño no es inferior en estolidez a lo que se espera de él. Un rosario de incoherencias como ese no conmueve la inercia militante ni activa su cacumen. En fin. Por lo menos algo bueno, les dieron el nobel de física a los de la magnetoresistencia.

4 comentarios:

Ruiz_Senior dijo...

Hola Víctor, hay muchas cosas que me desconciertan en este post. Por ejemplo, la oposición FARC-Uribe no se puede reducir a la intemperancia de los partidarios de una u otro. Para los comunistas es correcto llamar "paramilitar" a quien se les oponga porque desde su perspectiva es equivalente. Como cuando un atracador huye un grupo de ancianos que les obstruye el camino es objetivamente un actor del bando policial. Pero no es verdad que defender a Uribe de toda esa basura de los medios sea endiosar a ese político tradicional. En una ocasión escribí un post sobre eso.

Bueno, ¿tiene razón o no Londoño en que debería haber un acta de esa reunión? ¿Cuál es el problema de que Restrepo se acuerde ahora de lo que decía alias René? Sencillamente una historia de ésas llega a oídos de los magistrados y por eso citan a Tasmania. La culpabilidad del magistrado es evidente, en una entrevista en Caracol (el enlace está en el último post del blog de Atrabilioso) dice que eso no es verdad porque él no tiene competencia para juzgar al presidente. Y los magistrados no se prestan a investigar, sino que amenazan con renunciar y demás.

Aparte, el ambiente de todo eso, el fervor de todos los farianos en torno a la "honorable" corte, el silencio respecto a la cuestión del acta (mejor dicho, el ruido con el que se la pretende tapar)... la cuestión es evidente, tan evidente como la bajeza y cinismo de los que borraron los blogs y crearon País paraco, que ahora están siendo seguidos por sicarios.

La blogosfera colombiana es una letrina como toda la sociedad: a ningún bloguero le interesa ya lo de los blogs destruidos ni los mensajes insultantes y amenazantes firmados como "Jaime Ruiz". A lo mejor hasta terminan escribiendo en el blog que aspira a ser premiado como la mejor página de blogs.

Saludos.

vulturno dijo...

Saludos, Jaime. Por supuesto que esa oposición no es reductible a eso pero contextualmente (comentarios en eltiempo.com, diversos blogs, indymedia,...) existen personajes con gran persistencia para poner las cosas en términos, quizás no tan extremos como el parangón del endiosamiento, pero sí característicamente signados por rotular a quien cuestione a uno u otro. Evidentemente el caso de Tasmania tiene todas las incoherencias mencionadas. Sigo pensando, empero, que quienes se han puesto la camiseta de la oposición a Uribe, cuando escogen gritar "a las calles a tumbar al gobierno paramilitar" y se casan con la inercia de las pedreas, insisten en un escenario deslegitimado y cerrado (condenado además al fracaso); en tanto soslayan toda una veta de sucesos políticos como las ligerezas al micrófono y las subidas de tono. Está fresca la metida de pata con el artículo en 'The Guardian' y existen numerosas noticias sobre nuevos falsos positivos en las batallas rurales y la calificación de la Corte Interamericana al proceso de los paramilitares.
Londoño cimienta parte de la ambientación de su columna con el antecedente del asesinato a Sucre y (a pesar de ser penalista y profesor de derecho) escoge el verbo acusar para referirse al señalamiento o sindicación de un presidente. En este caso no estuvo Uribe más señalado (ni tampoco acusado) de lo que lo estuvo Samper por la monita retrechera o incluso por lo de Álvaro Gómez Hurtado. Conocida la postura de Londoño acerca de Samper se trata de algo más que un gazapo.
La salida de Luis Carlos Restrepo fue impertinente y muy torpe (de paso le quita peso a la figura de Londoño acerca del diablo); la diferencia de las tres versiones del artículo de El Tiempo refleja eso. Si el sigilo del médico siquiatra le dictaba callar el asunto, viene siendo como que el doctor convirtió la entrevista en diligencia judicial, mezclada con peritazgo forense. Hueco legal y de ética médica de por medio.
Sobre el momento actual de la blogosfera colombiana no me aventuro a predecir nada. Se han cerrado ya muchos, conozco uno cuyo autor se suicidó, han ocurrido rupturas fuertes y hay quien dice que muchos de quienes entraron en esto por moda ya están totalmente embebidos en facebook. De la letrina, yo que bautice mi espacio aludiendo a cloacas, buscaría yo un compostaje. De herramientas como los foros y los blogs algo debe haber quedado y mal que bien se trata de fenómenos nuevos donde se han tenido que quemar etapas de aprendizaje, no exentas de quemaduras.
La mayoría de mis interlocutores políticos no lee blogs, ni se aventura a escribir donde se le pueda contestar. A mí, personalmente, este mundo raro me ha aportado cosas y también formas de discutir. Tal vez por eso cuando lo abandone algo le rescataré. Sobre la crisis de los blogs destruidos lamento no haber tenido un papel más activo en la controversia, probablemente porque percibí que el enfrentamiento que la acompañó satisfacía las expectativas del saboteador. No he retirado los enlaces de País Bizarro, cuyo último post describe la situación, ni el de La Blogoteca, proyecto que me permitió conocer un montón de blogs y blogueros, además de participar en más de una tertulia interesante.
No creo que haya unanimidad sobre estos temas y más de una contradicción seguirá desarrollándose. La cualificación se irá dando, desde luego sin cobertura general. Gracias por la visita, un saludo.

Anónimo dijo...

Cualquier muerte en nuestro país deberia sentirse como propia; los muertos en nuestro país han sido numerosos y recordar las injusticias que han sucedido no me parece trillado. Trillado es la forma en que lo hacen en eso estoy de acuerdo,pero eso no disminuye ningún crimen como el de Pardo Leal.

vulturno dijo...

Tanakin: Que mencionen a Pardo Leal es toda una novedad, pero el consuetudinario tropel del 8 de octubre es una de esas cosas agotadas y desgastadas.