viernes, febrero 15, 2008

La oclomancia

En el ojo del huracán, a mitad de camino entre la apoteósica, nunca antes vista, inigualable, envidiada por muchos, marcha del 4 de febrero y la raquítica, inconveniente, perversa de fondo y forma, malintencionada y nada cool respuesta del 6 de marzo; la clepsidra de Álvaro Valencia Tovar derrama sus posturas al respecto.
Con chauvinismo pintoresco, digno de narrador de mal fútbol, le va adjudicando récord Guiness o algo así al evento:
Quizá no haya habido en el mundo nada comparable a lo del 4 de febrero. [...] nunca un fenómeno de tal naturaleza había desbordado los límites geográficos del país para proyectarse, como en este caso, a 156 ciudades de los cinco continentes.
No, pues, menos mal no saltamos todos al tiempo porque descalibramos la eclíptica. A continuación, el General (R) expone la receta para el éxito de las expresiones de masas (y pónganle cuidado, camaradas, que este man fue el que como brigadier quiso tomarles delantera a las guerrillas en la UIS y terminó por ahí derechito entrenando posteriores comandantes del ELN).
  1. El objetivo: "Debe tener un aliento espiritual, consultar estados de ánimo colectivos y fuerzas subyacentes movilizables."
  2. "que dicho estado de ánimo tenga fuerte contenido emocional, suficiente para configurar una causa que llegue a lo profundo de la pasión de grandes mayorías nacionales o de segmentos poblacionales con intereses compartidos."
  3. "líderes con capacidad de convocatoria"
  4. "medios de comunicación social que apoyen el movimiento, lo divulgen, entusiasmen, motiven hasta lograr que los tres elementos anteriores se conjuguen para generar la potencia alcanzada por el airado rechazo a las Farc y sus condenables conductas de secuestro, extorsión, infamia, tratamiento inhumano a los cautivos."
Mejor dicho, agitación, organización, propaganda y línea (uno, dos, tres y mi ñapa). Este General sí que leyó el material incautado. ¿Cómo lo apodará la esposa, Ilich o Volodia? Realmente el cuarto punto está un poco pobre en materia de generalidad (en fin, él fue General pero de un ejército en particular), pero ha dado con la receta ancestral de la rebelión de las masas encauzada hacia un objetivo fijo.
Al desglosar su receta, Valencia entiende bien el punto de Elisée Reclus, un recluso que era libertario:
[...] el principio de la autoridad es el de ser indiscutible. Es porque es; tan pronto invoca la razón, se suicida...
Del objetivo dice el ex ministro:
Único. Preciso. Sin necesidad de respaldo argumental alguno.
Como un flato o una orden discrecional. Como tiene que ser. Con lo del liderazgo, se le salió el Eduardo Galeano neomamerto:
[...] fue reemplazado por unos jóvenes que intuyeron la posibilidad de generar esa chispa que, como en pajonal reseco, propagó el fuego e inició la movilización.
Establecida la receta, viene el diagnóstico de la situación venidera:
¿Existirán los cuatro elementos enunciados atrás? No parece. Hay un proceso en marcha que ya ha desmovilizado y reintegra a diario a la sociedad o reinstala en el agro a centenares de 'ex paras'.
Lo de la reinstalación se ha venido denunciando pero José Obdulio dice que no es cierto. El General destaca la ausencia de drama:
No existe la faz entristecida y deshecha de una Íngrid Betancourt, ni testimonios actuales de maltrato, brutalidad y deshumanización que revelaron las pruebas de supervivencia, ideadas para imponer una presión pública para la entrega de dos municipios a un proceso que no se debe repetir después de lo acaecido en el Caguán.

Claro, nadie sabe para quién trabaja. Los facinerosos jodidus de marzo tendrán que hacer la carita del gato con botas de Shrek si quieren igualar el efecto patético de las imágenes televisadas hasta el paroxismo del irrespeto, junto con el audio lacrimoso de sus familias.


Sí, señores, o mejor dicho no. No pretendan eclipsar la gloria del gran happening, no tienen la panela:
Para no hablar de los móviles sospechosos de los ideólogos de este intento. Y una movilización raquítica, en contraste con la formidable del 4 de febrero, preferible ni intentarla. Sin fe, ni entusiasmo, ni respaldo emocional no habrá multitudes. Unas simples preguntas: ¿dónde están los líderes? ¿Dónde los medios de comunicación que dieron a las marchas de febrero el impulso decisivo?
Ahí está el detalle, como dijo MM, sin duda la situación de marzo surge de manera atropellada y aun difusa por la misma forma como se descalificó el 4-F (se parece al 79 en hexa); pero fundamentalmente soslayada o estigmatizada desde los foros periodísticos oficiales. Hay que ver que salvo Semana (señalada por Plinio Apuleyo Mendoza de estar infiltrado su consejo editorial por el Partido Comunista Clandestino), los medios tradicionales no han retado la ira santa de los áulicos de un gobierno que se montó sobre los hombros de personajes hoy sub judice y capotea su soledad a punta del carisma individual y el culto de la personalidad (como lo bautizó don Nikita). Álvaro Valencia ha reconocido en una línea el innegable papel de la intervención de los grandes propietarios de medios en la gran marcha y también la desconexión ética de los mismos con puntos sensibles de lo que se impugna el 6 de marzo.
Por lo demás, mi General (R), ustedes en el Ejército adolecen de modelos claros acerca de las multitudes, de la sociología de las masas, barahúndas, mesnadas y soldadescas. Eso no pide tanta ciencia. Yo vi un amanecer fracasar a un pelotón de PM en alinear una miriada de civiles gamberros e indómitos, teniendo que dar paso a los expertos. Tres patanes carabineros coordinados por un sargento barrigón aplicaron lo que este llamó "la fuerza represiva del Estado", con artes más cercanas a la vaquería que a las obsesiones de Durkheim. La chusma es caótica, impredecible, pero tampoco muy elaborada. Cuando uno pone a andar un agente inteligente, más o menos le sale inteligente. Cuando le cuelga más y más, se le agotan los grados de libertad y se vuelve de un predecible que qué mamera.

5 comentarios:

juglar del zipa dijo...

clap, clap, clap. como siempre. esta vez, más risas que siempre.

Julián Ortega Martínez dijo...

Jajajaja, secundo la moción del Juglar.

Apelaez dijo...

Etselente

Lanark dijo...

¿insinúa usted que la otra marcha fue convocada por un spambot, tal vez programado por el que diseñó el algoritmo que escribe los comentarios de Jaime Ruiz?

[indignación, madrazos, votos] = NoMasFarc(ElOtro,LaVictima,LaTele)

(a los que les moleste la linea de código, perdón, es que matlab me despertó el arsehole ñoño)

vulturno dijo...

Hoy en la sección "Domingo a Domingo" transcriben un pedazo de conversación entre Petro, Jose Obdulio y un Carlos Gaviria afrodescendiente. Al final Petro saca a relucir algo de las conclusiones de José Fernando Isaza y sus caóticos a propósito de su modelo matemático de la guerra interna en Colombia.
Lanark, acerca de los bots, una de las razones por las cuales no me desempeño fluidamente en el Facebook es porque cada que me invitan a alguna cosa y tengo que invitar a otros veinte, me da un pudor que cancelo de una. Tal vez lo pienso mucho. Es evidente que más que esa red social, el protagonismo de internet en lo del 4-F lo tuvieron las clásicas formas elementales de ingeniería social: las cadenas de correo electrónico reenviadas sin mediar razón, sin "respaldo argumental alguno". Claro, a la televisión le rinde más. Envíeme el .m, pero muy seguramente mi máquina de Java empiece a maldecir cuando las masas desborden su capacidad.