Hoy se anuncia que la dirigencia formal del paramilitarismo amenaza con hablar si no se restituyen las comodidades retiradas hasta hace unos días. Lánguido viraje de una relación desventajosa para ellos mismos. Ya el Ministro de Defensa dijo que no importaba y que hablaran, que ellos juzgaban a quien toque. Yo agregaría que no va a pasar nada. Medio país no se escandalizará ni pedirá la cabeza de tan prestantes personajes. Otro tanto preferirá no creer en la palabra de los gatilleros, utilizados al fin y al cabo y desechados como una amante contratada por ratos.
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