martes, enero 29, 2008

La contradicción fundamental

Hace unas semanas mi atormentada existencia era transportada por un servicio corriente por las alturas de Sotileza, Gratamira y otros parajes del tránsito hacia la Suburbia. Fue entonces cuando escuché a otro pasajero preguntar a su acompañante por un conocido en común de ellos dos. La interrogada dio cuenta de que se había hecho sentir el 24 de diciembre con un extraño mensaje de texto, en el cual le deseaba la anorexia o algo así. Sacó el celular y leyó el mensaje, que efectivamente auguraba varios lugares comunes y la ataraxia. Recordé la pesada columna que publicó por esos días el sicorrígido ex militante de 'Firmes' (quien no se esperó a que dijeran "descansen" y terminó entendiéndole a Gerardo Molina - eso dice - que la cosa era con Álvaro Uribe).
Practico la enseñanza cristiana, que es en esencia la ataraxia: disposición de ánimo con equilibrio emocional, baja intensidad de las pasiones y los deseos, fortaleza ante la adversidad. ¡Eso es masoquismo!, dirán: ¡No! El sufrimiento madura el alma.

Yo metí la cucharada en la conversación de los transmilenícolas para explicar que la ataraxia es una doctrina patológica, producto del sobrecrecimiento de la neurosis, posiblemente en un entorno de carencias de iones alcalinos y ausencia de proteína animal desnaturalizada y bien sazonada; agravado, claro, cuando los pasantes son pálidos y austeros de sabor.
En mi vecindario de la Blogalaxia me he encontrado con el anverso de este mal, con apoyo audiovisual y todo. Remito allí para aportar a la documentación acerca de este debate esencial.


lunes, enero 28, 2008

Su real jartera

Mientras las gallinas acechan, se ha ido de este mundo Suharto, campeón entre los tiranos y otro genocida que fallece sin pagar.

domingo, enero 27, 2008

La conexión caleña

Yo residí en el Pent House capitalino, en las alturas victorianas, desde donde vi a Julio César Turbay fundar un centro comunitario y una década después vi un destello en las faldas del Cerro de Suba mientras hablaba por un teléfono gratuito de esos anaranjados. Puse noticias y se trataba de un carro bomba que detonaron 'los extraditables' en el barrio Las Villas. Viví en mi primaria los torrentes lodosos que dominaban su malla vial cuando por aquí sí que llovía y las épicas trepadas que tenían que hacer los buses sin frenar por diez o quince cuadras, cuyos fracasos solían terminar con la bajada de los pasajeros. Muchas noches me fui a dormir después de despedirme de la ciudad que avistaba casi completa, como habitante del borde.


Hace dos noches salía de Suba, o Suburbia o Infraurbia, ente maléfico acantonado entre cerros, refugio de ángeles caídos ("eso es muy lejos, por allá se esconde el Diablo a cagar"). Cuando se huye de ese averno por su avenida homónima, se notan la ubicación y las pretensiones de su sitio original. En los tiempos de la bomba citada, ya condenada esa localidad con el mote de "salsipuedes", recorrí alguna vez su contorno bucólico, hoy loteado y rotulado de modo farragoso, lleno de haciendas y finquitas atravesadas por vereditas y carreteables sin aspiraciones mayores, zanjas, vacas, potreros inofensivos. Pero ya entonces la mal llamada urbanización acechaba.
Más de dos décadas han pasado desde que se planteó una Avenida Longitudinal de Occidente, potrero cuyo despeje se puede ver claramente, cuya ejecución ha sido postergada al punto de ser una obra rezagada frente al frenético poblamiento que se vive donde el Salitre se incorpora al difunto Bogotá, en la esquina de Suba con barrios bautizados con toponimias europeas. Cuadras absurdamente estrechas, separadas por calles superfluas; natalidad sin límites, pandillas, paracos, bazuko, tráfico humano. La subnormalidad, la Sub-anormalidad.
Volviendo a anteanoche, advertido de la ansiada consumación de la unión de dos importantes tramos de la Avenida Ciudad de Cali (el suburbano y el largo), tomé un colectivo que prometía llegar a Fontibón. Sí, la esperada conexión en la zona del Juan Amarillo ofrece un notable atajo para quienes transitan entre ese lugar candidato a exiliadero y las zonas francas de Fontibón y aledañas, ha sido consumada después de meses de tropiezos.


Pero, sea por plazos de licencias o por persistencia del ancient regime, el colectivo se internó en la tortuosa ruta del Rincón, que se debería llamar el recoveco, tortuoso laberinto de vías estrechas y atiborradas de ultrajes urbanísticos. Igual, allá están los clientes. Pero sí, volviendo del Puente Aéreo experimenté casi un vuelo en helicóptero al pasar en taxi por esa avenida que estrena continuidad. Pero falta tanto.

jueves, enero 24, 2008

Abrite

El gobernador del "Valle: tierra de las oportunidades" en tiempos previos a la caída en desgracia de los capos del Cártel de Cali, cuando los enviados de la DEA eran recogidos directamente por los taxistas que trabajaban para Gilberto y Miguel y se edificaban auténticos hitos de la megalomanía traqueta como el 'Holguines Trade Center'; el mismo ha pronunciado esta frase digna de enmarcar:
Está claro. Antes de opinar verifique que empacó los chacos y la tartamuda, porque así es la naturaleza, como lo establece la ley de la selva.

sábado, enero 19, 2008

¡A las armas!

Cuando me convertí en analista de fin de semana (no totalmente, porque los sábados por la noche soy físico nuclear y si hay luna llena crítico de arquitectura) leí mucha columna de violentólogo colombiano, llegué a coleccionar "Análisis Político" (ahora también con sonido digitaaal) y aun libros de analistas del CIN-EP. Luego vino la guerra. Conferencias de expertos en DIH, de polemólogo franchute y académico español sin traducción simultánea, programas de televisión en los cuales invitaban al general cienaguero a hablar de romanos y cartagineses, de atenienses y espartanos y del sitio a Corinto, Cauca. Encargué alguna vez en la difunta Librería Aldina (suspiro) la importación del libro de John Robert Keegan, viejito conservador inglés: "A History of Warfare" (muy popular en el Ministerio de Defensa por entonces), por una reseña que había leído. Hoy se encuentra aislado de mí por culpa de una confabulación balcánica, como era de esperarse en estos temas bélicos. El espía que llegó del frío me preguntó si lo compré para prepararme mejor en el juego de "Civilization II" y meses después me prestó una deliciosa joya que adquirió gracias a su diabólica facultad de estar justo en el momento y el lugar de las promociones con plata en el bolsillo.
Se trata de un piloso estudio de un historiador de Yale, de esos que saben estimular las papilas del gusto académico. Se llama "On the Origins of War and the Preservation of Peace" y su autor es Donald Kagan. El tipo compara las crisis que dieron origen a la Gran Guerra del Peloponeso, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Púnica (la de Aníbal), la Segunda Guerra Mundial y la contenida Crisis de los Misiles Cubanos; a partir de elementos comunes. El tipo habla de los imperios y los límites de su poder, de lo costoso que resulta ser la potencia más temida y de cómo pesan las alianzas, especialmente cuando los aliados más insignificantes presionan más para honrarlas. Las conexiones que hace el autor entre los agúdos análisis de Tucídides y la crisis más sonada de la Guerra Fría, son espectaculares, además de cautivantes hacia los estudios helénicos.
En medio de uno de mis recientes exilios de la globalidad, sin feeds ni televisión, torturado por la programación de la emisora dela UPTC y su culto a los más estridentes cultores de la música folclórica colombiana y los listados de éxitos de Tropicana, versión Tunja; tuve la fortuna de encontrarme con la versión en español que sacó Fondo de Cultura Económica. Volví por esas líneas y esas historias, mientras alternaba con las gotitas de información que se podían colar del tsunami noticioso de Clara y Emmanuel. Lo cierto es que la resurección del cuento de la beligerancia me tomó recontextualizado o tal vez condicionado por mi lectura más reciente (me imagino que alguien ya puso nombre a esa enfermedad intelectual).
Creo tener claro que Chávez ha expuesto sus cartas a propósito de las Farc. No fustiga los vacíos informativos a propósito de la fallida "liberación" del niño Emmanuel y se arroga la misión de poner punto final al conflicto interno de Colombia. Los aparatos de propaganda de su gobierno han hecho eco de sus posturas y han públicado numerosos artículos laudatorios y acríticos acerca de las Farc. Aunque los voceros del gobierno venezolano no van tan lejos como sus papistas de 'aporrea' (quienes prácticamente venden la idea de que la mayoría del pueblo colombiano colabora con las Farc y que la imagen contraria es culpa de la intervención del imperio), sistemáticamente atribuyen los movimientos del gobierno colombiano a órdenes de Washington. De este lado de la frontera los grandes y pequeños medios de prensa juegan a mantener el lenguaje en un tono prebélico. La declaración del legislativo venezolano apoyando la proposición de Chávez fue titularizada en Colombia como si fuera un acto de ley concediendo la obsoleta figura de la beligerancia. El órgano del Partido Comunista Colombiano incurre en la misma bestialidad. Se dan las señales inequívocas para que los chavistas insistan en su tesis, en su visita, el Almirante Mullen, del Comando Mayor Conjunto hace declaraciones acerca del armamento venezolano y Germán Vargas Lleras y otros líderes políticos se adelantan a hacer advertencias. De hecho se ha hablado de ejercicios en semanas anteriores.
Ya bastante pesado es que la guerra Estado colombiano - Farc - narcotráfico sea simplificada como un asunto del Comando Sur, como para que Chávez la vuelva un problema Bush - Chávez. No es justo ni decente, pero parece hacer carrera. Como sostiene Kagan, citando a Michael Howard, las guerras surgen de una "sobreabundancia de racionalidad analítica". Cuando se pueden ver consecuencias a varias jugadas de una pequeñez inmediata, se terminan por encontrar amenazas o justificaciones para atizar más la hoguera. Yo agregaría que si a esa racionalidad analítica se la mezcla con una buena dosis de estupidez mediática, el riesgo es aterrador. Esta semana fueron notorios los costos de poner en la cancillería a alguien que no sabe de lenguaje diplomático y de dejar en manos de gente tan ignorante el oficio de la información periodística. Faltan en las pantallas voces que traten como adultos a los espectadores, que no se apresuren a pintar películas de buenos totalmente buenos contra perfectos hijos de puta, que reflexionen sobre lo que se dice y que hagan autocrítica. Se han desandado años en los esfuerzos por cualificar el manejo de estas cosas y lo que se juega no es ninguna trivialidad.
Coletilla (pronunciar la r en nariñense para su mejor comprensión):
Por fortuna, la entraña telúrica del ande nariñense ha bramado atrayendo las miradas de los medios a grabar sus relámpagos (que no es lava, bambarazo, que son piroclastos; que no son cerezas, que son capulíes). La verdad que fue un respiro, verás.

viernes, enero 04, 2008

En la tele

Vi televisión nacional esta mañana y estuve alerta a la rueda de prensa anunciada sobre el tema de la prueba genética a la familia de Clara Rojas y al niño custodiado por el ICBF. Los cortes de último minuto anunciaban que la conclusión era que el niño sí es el hijo de Clara Rojas. Cuando iba a comenzar el pronunciamiento, el tipo de caracol maldecía y manoteaba con un cable suelto, le escuché el rollo al fiscal general, quien también presentó al profesional encargado de coordinar las pruebas, ese canal retornó pronto a los capítulos mil veces repetidos de los Simpson's, por lo cual pasé a RCN. Primero qué demora para que aplacaran un poco el concierto de celulares y periodistas parlanchines. Luego el tipo da una exposición del porqué de la elección, su pertinencia y su interpretación. Introducía una explicación aclarando al menos dos veces que era importante lo que iba a decir (sobre el margen de incertidumbre y lo que se iba a encargar en Europa), cuando la cámara volteó ante el corresponsal de la camiseta amarilla quien afirmó: "esta es toda la información, sigan ustedes en estudio", luego de lo cual el canal volvió al urgente desarrollo de una de esas películas de verano de adolescentes sin licencia de conducción manejando el cadillac del abuelito (programación de interés general, le llaman en el medio). Intrigado por saber lo que tenía que decir el genetista pasé a City TV, donde tenían la voz por teléfono de la corresponsal de El Tiempo, Leidis (como quiera que se escriba), quien dijo que el Fiscal acababa de decir que el niño es Emmanuel y que faltaban unas pruebas en Europa para determinarle el genoma humano (en serio dijo eso) y que eso ej todo (¡Ajooooooo!).
En la transmisión de las 12:30, Caracol introduce apartes de la explicación del genetista, intercaladas con el dibujito de infografía y una voz en off de una periodista; en tanto RCN soslaya totalmente las declaraciones del científico y descarga las explicaciones en Emilio Yunis.
A esta altura del partido y con todo y que no hay ciento por ciento de certeza por aquello de la verificación de abundancia poblacional de la secuencia, para mí es claro que ese chino sí es el hijo de Clara Rojas, que el gobierno sabía más de lo que compartió (y eso le permitía tener la certeza con la que disparó), que Clara Rojas y Consuelo Perdomo corren peligro de ser asesinadas por sus carceleros (luego de lo cual probablemente las Farc y Anncol saquen un comunicado que culpe a un ametrallamiento del ejército y le encimen que los cadáveres se los llevó un río ubicado en algún lugar que no pueden divulgar), que los periodistas de estos medios que cito son excepcionalmente estólidos e irrespetuosos con la mayoría de edad del público ciudadano y que Brad Bird es un artista comprometido.
A Chávez le recomiendo que se consiga el video de la llamada por celular de Fidel Castro al padre de Elián González, cuando ya le habían devuelto el niño. Entonces, el comandante le dio a este hombre varios consejos revolucionarios. Uno de ellos debería masticarlo Hugo: "escoge bien tus amistades". Si en algo son eficientes las Farc es en lo poco que desperdician las oportunidades para embarrarla y su atributo más constante es lo poco que les importa honrar su propia palabra.

jueves, enero 03, 2008

¿Qué busca un lector de Anncol?

Desde el punto de vista de AdSense, esto:


Noticia macroeconómica


Fuente.

La anunciación

Comienza un nuevo año con celebración planetaria incluida. Aunque este blog parece haber superado su "Hubbert's Peak", no lo pienso abandonar del todo ni descarto nuevos paroxismos (o paroxismitos) de opinión a según me den la existencia y los sucesos.
Esta mañana vi casi toda la emisión matutina del noticiero del canal RCN, con la seguidilla de notas redundantes acerca de la expectativa por las pruebas de ADN a la familia de Clara Rojas y al niño candidatizado a ser Emmanuel. De hecho la presentadora en estudio se refiere al niño custodiado en Bienestar Familiar como Emmanuel, en más de una ocasión. La creciente de declaraciones, descalificaciones y recriminaciones entre los actores visibles de esta macabra discusión toma visos auténticamente estresantes. La sola mención que hace El Clarín a las contorsiones yóguicas de Uribe tensiona hasta los huesos.
Yo no soy bien pensado ni con los políticos ni con el conjunto de las instituciones del Estado. En democracias maduras y ejemplares del mundo se ha hablado mucho de fórmulas de manipulación y de intriga, de montajes, etc. y la nuestra, frágil, defectuosa, remanufacturada; difícilmente puede ser considerada mejor. Pero tampoco estoy tan enajenado como para atribuir a determinaciones sistémicas lo que hacen personas, voluntades y colectivos en esas mismas instituciones. Hay miles de fulanos y sutanas que a diario hacen cosas como coordinar el mantenimiento de un alcantarillado, energizar un circuito de alta tensión (con la responsabilidad penal que conlleva), administrar líquidos a un paciente internado, barrer una calle, verificar la potabilidad del agua que llega a un municipio, tomar una decisión judicial sobre la custodia de un niño, despachar una cuadrilla a atender un alud en carretera,... cientos de acciones urgentes y sensibles para la sociedad; llevadas a cabo sin esperar a que un comisario de una organización revolucionaria establezca que ya están dadas las condiciones; sin seguir cartillas impresas por el pentágono.
Por lo mismo me parece plausible que circulara en medios de inteligencia la especie de la posibilidad de que Emmanuel no estuviera con la guerrilla; ya que el grado de infiltración que hoy padecen las Farc es tal que Acacio no volverá a comer cachicamo ni Martín hicotea. Deserciones y delaciones bien pueden haber generado un cuadro creíble que permitiera a la Fiscalía abrir de oficio una investigación al respecto, independientemente de los hechos que se desarrollaran en el terreno político de la mediación internacional. Hasta ahí todo de ley y pertinente.
Pero revelar el asunto de manera tan apresurada, en medio de un ambiente tan explosivo, es un gesto por lo menos incendiario. La explicación de Juan Manuel Santos en la entrevista a Félix de Bedout recurre a justificaciones deleznables. A esa altura quienes comprometían su credibilidad eran las Farc, quienes pusieron primero una absurda excusa meteorológica y luego se refugiaron en la historia del acoso militar, cuando nunca establecieron las coordenadas del sitio de entrega, lo cual habría permitido delimitar el corredor que no se abrió. De no ser por la frágil credibilidad del ministro que, antes de serlo, divulgó sin ningún recato una calumnia contra Rafael Pardo Rueda; sería interesante la alusión a la presunta respuesta del vicecanciller venezolano al anuncio de Uribe: "nadie dijo que los entregarían en la selva". Pienso mal de la explicación del mindefensa, soportada en el temor. La tormenta por el fracaso de la entrega era manejable y no justificaba apostar tan en el vacío acerca de algo sobre lo cual hay tan poca certeza.
Pienso mal del gobierno en esta situación y pienso aun más mal de las Farc. Es improbable que en la eventualidad de una ventana de tiempo sin operaciones ofensivas de su enemigo ellos decidan aplicar el fair play y no utilizar esa ventaja táctica para algo más que la liberación de los secuestrados prometidos. El arte de la guerra exige aprovechar cualquier ventaja, el de la guerra irregular está más lejos de imponer límites morales a tal práctica. Hace unos meses me pareció evidente que los secuestrados 'canjeables', los que despiertan la sensibilidad de la mediación internacional, muy posiblemente entrarían a ser utilizados como escudos humanos en los campamentos de los mandos guerrilleros más codiciados por el ejército. En esta situación han sido utilizados para inducir una ventaja táctica temporal. Exigir la suspensión de operaciones en seis departamentos es algo que se pasa de evidente.
De resultar positiva y concluyente la prueba de parentesco entre el niño del ICBF y la familia de Clara Rojas, las Farc quedarían una vez más en evidencia, sin perjuicio del carácter irresponsable de la noticia generada por el gobierno. Con seguridad alegarían que interceptar al emisario encargado de sacar al niño constituye uno de los operativos que exigieron suspender. Los comunicados de Anncol y otros cercanos a las Farc apuntan a descalificar la confiabilidad de los análisis, en lugar de enviar fotos o alguna prueba de que ellos sí tienen al niño.
Si la hipótesis es descartada es necesario fustigar políticamente al gobierno, cobrarle su audacia, pero también presionar a las Farc a que cuando menos entreguen pruebas de supervivencia y del estado de las personas que dijeron que iban a entregar. Por el canal por el cual le escriben cartas a Chávez perfectamente pasa una foto.