miércoles, noviembre 28, 2007

S.J.

Luis Carlos Restrepo es médico de la Nacional, loco como todos los psiquiatras, pero anoche vi la profunda impronta que dejaron en él sus tiempos en la Javeriana. Qué forma tan jesuítica de sacar los trapos del proceso al sol sin agraviar a Chávez. Incluso quedó pareciendo que nada se ha roto y la situación lo que dejó fue nuevos avances. No así de mefistofélica fue la retórica de ciertos parlamentarios, quienes se dejaron llevar a cuestionar la disparatada reforma que se vota este fin de semana, desacertada y riesgosa, pero asunto interno de los vecinos. Sobre reelecciones indefinidas, basta ver la incertidumbre que genera un antetítulo ambiguo:



En el .com ya no aparecía igual.

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