Anoche vi la retransimisión de una entrevista con Myles Frechette, en la cual el ex embajador hablaba con admiración y candorosa fe acerca de su héroe, Fernando Botero Zea. Cuando le pusieron el tema de la captura de Álvaro Araujo y la relación familiar con la Canciller el tipo fue categórico en que eso terminaba pronto en renuncia. Hoy se fue la Ministra guapachosa que bailara con Hugo Chávez y el gobierno se apresuró, seguramente con ínfulas de audacia política, a nombrar al ex ministro pastranista, participante del incidente de Chambacú y héroe del comienzo de año al fugarse del campamento donde lo tenían secuestrado. Probablemente esa sea la idea, hablarle al mundo de las víctimas de los otros violentos. Pero anda pobre de figuras el sector político gobernante, cuando alguien son esos antecedentes es la figura salvadora de la crisis política.
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